Capitulo 3

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De regreso en casa Ari estaba acostado en su cama pensando en Temo, era un niño tan lindo que era imposible de olvidar. Pero también se sintió triste al recordar las palabras de su padre con respecto al peluche de Temo.

-Hola mi Aris- dijo Polita entrando al cuarto.
-Hola mami- dijo Ari sentándose en su cama.
-¿Qué estás haciendo?
-Nada. Oye mami, ¿por qué mi papi es malo?
-Tu padre no es malo, solo que él tiene una manera muy diferente de pensar como lo que sucedió hoy en el parque. -Pero el papá de Temo tiene razón, los peluches son para todos. ¿Por qué se puso triste antes de venirnos?

Polita recordó el cometario de Audifaz con respecto a Pancho y a la mamá de Temo, supuso que tenía que ver algo con ella ya que Pancho se puso triste.

-Es algo difícil de explicar mi amor, solo que Pancho y Temo necesitan de unos amigos para no sentirse solos- dijo Polita.
-Yo también necesito de un amigo con quien jugar, mis primos ya están grandes- dijo Ari-. Espero volver a ver a Temo.
-Y se volverán a ver.

Madre e hijo se dieron un abrazo.

En uno de los hoteles de Oaxaca Pancho se encontraba sentado a la orilla de la cama mirando una fotografía de su difunta esposa Laurita, una lágrima cayó de sus ojos al recordarla. Pero al instante una sonrisa apareció cuando Temo le dio su osito para que lo abrazara, él era uno de sus mayores tesoros que Laura le había dejado al igual que sus otros tres hijos.

-Ven hijo- le indicó Pancho y al acercarse lo abrazó.
-Te quiero papi- dijo el pequeño Temo.
-Y yo a ti mi Temistocles.

Pancho siempre había sido muy unido a Temo desde que nació y lo apoyaría en todo porque su hijo no era diferente, era especial.

-Escuchame hijo, no dejes que las demás personas te juzguen como lo que pasó hoy en el parque. Tú eres libre de jugar a lo que quieras, vestir como quieras y amar a quien quieras.
-¿No importa si me gustan los niños o las niñas?- preguntó Temo.
-Así es, a quien tú ames yo te voy a apoyar.

Temo se lanzó en brazos de su padre, aunque aun fuera muy pequeño entendía esos temas y se sentía feliz de que su papá lo apoyaría.

-Bueno hijo, vamos a terminar de guardar nuestras cosas porque mañana nos vamos a nuestro nuevo hogar- dijo Pancho.
-Si papi.

Padre e hijo terminaban de guardar sus cosas que llevaron al hotel, pero la llegada a un nuevo hogar cambiaría las vidas de dos niños.

Te amo desde siempreWhere stories live. Discover now