Tengo miedo a enamorarme

Capítulo 40

30 de marzo

Termino de sacar mi maleta de color rosa pastel de mi casa. Marcos, su madre y la mía miran la escena que estoy recreando.

-Prométeme que me llamarás cuando llegues-Dice mi madre no muy convencida de lo que me había dejado hacer

-Sí, mamá-Dije ya cansada de repetirle esa misma respuesta unas cinco preguntas antes

-Ten cuidado por allí, por favor-Se preocupaba una vez más

-Descuídese Susana, yo la cuido, no habrá problema-Intercambian sonrisas nuestras madres, haciendo ganar un voto de confianza a la mía

-Ay, ya está, mamá, que me voy una semana, no un año-Digo intentando escapar de los besos de mi madre

-Venga, ¿preparados?

-Sí-Respondimos Marcos y yo al unísono

Nos montamos en el coche, dirigido por el padre de Marcos, destino al aeropuerto.

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Empieza a despegar el avión, eso conlleva algunas turbulencias, haciendo que me asuste un poco y me agarre bien a los posa-brazos.

-No pasa nada-Me mira el chico que tengo al lado, dejando un beso en mi frente-¿Nunca has viajado en avión?-Yo niego con la cabeza-Pues mira lo que te has perdido durante quince años-Se acerca más a mí, y señala a la ventanilla, dejando ver el mar de nubes tan bonito que había a última hora de la tarde

-¡Es increíble!-Exclamo a lo bajo para no molestar a nadie, sin apartar los ojos del paisaje

Tras unas largas, aunque pocas, horas de avión, al fin llegamos a nuestro destino.

Cogimos las maletas y nos fuimos al hotel; mientras la madre de Marcos va a recoger las llaves de las habitaciones, nosotros esperábamos en recepción.

-Tomad-Cris le da en mano a su hijo una llave de habitación, espera...¿una llave sólo?

-Aquí sólo hay una llave-Sentencio confusa

-Claro-Me guiña un ojo y sonríe pícara a Marcos-Yo me voy a mi habitación

-Bueno, más divertido, ¿no?-Anima el joven-Vamos-

Cogimos el ascensor hacia la tercera planta con el equipaje; buscamos la habitación número 156

-¡Déjame abrirla a mí!-Grito ilusionada como si de una niña pequeña me tratara; le quito la llave de su mano y la encajo en la cerradura, hago un movimiento leve hacia la derecha y la puerta se abre

-Pero...si aquí hay una cama de matrimonio-Dejo las maletas en el suelo

-¿En serio te preocupas por eso? Anda ya, prepárate para ir a cenar

-¿No vamos a cenar en la cafetería?

-¿Tú eres tonta? ¡Qué estamos en Barcelona!-Me agita delicadamente

-Jo...-Me echo en la cama-Estoy cansada, ¿lo dejamos para mañana?

-No-Marcos me tira de la pierna, haciendo que caiga de culo-Ayyy...¡qué me ha dolido!

-¿Irás a cenar o no?

-No-Me escondo la cabeza entre las rodillas, las cuales están flexionadas, para que no me vea reír

-¿Segura?-Pregunta Marcos acercando sus dedos a mi cintura, yo niego, haciendo que el chico me amenazara con hacerme cosquillas, mientras me acariciaba la barriga; miro a Marcos desafiante y no me ha dado tiempo a escapar ya que estallo a carcajadas