🐍 29. Un final

666 68 16
                                    

Tn caminaba por las calles de Tokyo, siendo seguida por su alumna, Soul.

– Salem-senpai...

– ¿Hm?

– ¿Me enseñarás arquería también?

– Claramente. Es lo principal –la miró.– Como me dijo Hina-san cuando era su aprendiz, lo primero que debes aprender son las habilidades físicas, y luego las espirituales.

– ¡Entendido! –asintió emocionada.– Daré mi mejor esfuerzo y no te decepcionaré. Lo prometo –sonrió, juntando sus manos. La pelinegra sonrió.

Ambas ingresaron a un callejón, ya que era el atajo que debían tomar para llegar más rápido a su destino; sin embargo, al dar unos pasos dentro, una persona entró también corriendo del lado contrario. Aquel era un ghoul, lo notaron cuando, al verlas, se abalanzó sobre ellas para atacarlas. Pero apenas sacó su kagune, Tn se colocó delante de su joven alumna y levantó una mano hacia su atacante, deteniéndolo.

– Víctima equivocada.

Unos pasos más se oyeron entrar al callejón, eran dos personas.

– ¿Tn...? –llamó alguien.

La pelinegra reconoció aquella voz apenas su melodioso timbre llegó a sus oídos; movió el ghoul a un lado y miró hacia el otro lado del callejón, de donde este había venido, encontrándose con un par de ojos rojos que la veían con sorpresa y...cierta nostalgia.
Era él. Ese chico que, de cierto modo, le había devuelto las emociones. Aquel que había logrado hacerla sentir algo por primera vez en años, aquel por quien casi renuncia a su matrimonio y poderes para quedarse con él...

Se veía bonito, guapo, aunque más maduro que la última vez. Estaba vestido completamente de negro, con pantalones arremangados hasta la mitad de sus pantorrillas, una camisa con tirantes rojos y amarillos, y un holgado y largo saco, además de sus pantuflas rojas y aquellas horquillas rojas formando el número 13 en romano; su cabello estaba ahora negro, pero seguía con su aspecto algo infantil y andrógino y las costuras en su piel con hilo rojo.

– ¿Juuzou...? –murmuró, bajando su mano y provocando que el ghoul cayera al suelo, golpeando su cara contra el pavimento.

El investigador estaba sorprendido, pero también sentía cierta nostalgia al verla. Cuando, persiguiendo al ghoul, lo vio elevarse en el aire contra su voluntad, inmediatamente pensó en que aquel había intentado atacar a una bruja, y la cara de aquella joven apareció en su cabeza; sabía que existían más brujas además de ella, pero esa palabra y otras relacionadas las asociaba directo a ella y su rostro, porque era quien le había enseñado que ese mundo existía oculto entre sombras y gente poderosa.
Su corazón se aceleró al tener a aquella joven delante, a unos metros de sí después de tantos años. Ella, quien le hizo una vez sentir amor y celos, dos palabras extrañas para él, dos sensaciones ajenas a su normalidad...

Seguía igual de hermosa que la última vez que la vio. Su largo cabello negro como la noche estaba decorado por su típica diadema blanca, y de su cuello colgaba aquel collar con dije de serpiente, su reliquia familiar; sus ojos negros como dos vórtices hacia el vacío lo veían a él con sorpresa, y cierto toque de nostalgia también. Vestía un vestido negro con el borde de sus mangas y su cuello color blanco, de falda corta hasta la mitad de sus muslos y mangas ¾, sus piernas eran cubiertas por pantimedias oscuras y llevaba zapatos negros de correa con algo de tacón.

Soul y Hanbee estaban igual de confusos, ella no había oído del investigador y él no había oído de la bruja. Ambos desconocían la historia que sus superiores habían tenido años atrás.

– Suzuya/Salem senpai... –llamaron a la vez.

Ante la confusión, el ghoul intentó escaparse sigilosamente, pero Juuzou reaccionó rápido y le lanzó un par de cuchillas para detenerlo.

Alexitimia 🐍 Juuzou SuzuyaWhere stories live. Discover now