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Lev realmente esperaba que Heather lo llegase a entender.

Ya tenía cierto dolor en el pecho por las palabras de sus padres, si se lo decía alguien que pueda ayudarlo respecto a eso, de verdad se pondría a llorar.

Y no se quería imaginar con Yaku, ni siquiera quería recordar esa posibilidad de confesar aquello que siente.

Estaba en su casa, era viernes por la noche y a pesar de que varios de sus compañeros le preguntaron para salir, Lev se negó.

Incluso su hermana le pregunta si quería su compañía, pero también se negó.

Quería estar tranquilo en su casa. Realmente estaba pensando las cosas con calma respecto a él como persona y en su relación.

Ya no quería vivir en una mentira, lo estaba envenenando por dentro y si las personas no lo aceptaban como realmente es él... Entonces se alejaría.

Ya no necesita vivir de la manera en la que las demás personas creen que será la mejor, él debe vivir su propia vida.

Nadie le va a decir que es lo mejor para él, que él mismo y si quería calma en su vida, la libertad de su mente es la principal.

Debía comenzar con ser sincero con sus sentimientos.

Había llamado a Heather pasada la media noche, le dio cierta vergüenza porque sabía muy bien que no era una hora perfecta para ese lado del mundo.

Sin embargo, Heather contestó su video llamada a los segundos.

El fondo que mostraba la chica era una habitación de un típico hotel de cinco estrellas, además de que estaba en solitario.

Su novia sonrió con solo verlo.

—¡Baby! —Exclamó con alegría la chica.

—Hola.

Ella enseguida cambió la cara. Heather podía ser bastante inteligente respecto al ver a las personas mal o a los que ella quiere.

—Algo anda mal ¿No es así?

—Eh... —No podía dudar en estos momentos, debía mantenerse fuerte.

Ella empezó a jugar con su cabello, estaba nerviosa.

Heather se acomodó mejor en la cama y observó con paciencia.

—Dime ¿Qué pasa?

Observó con atención aquellos ojos azules que siempre fueron tan amigables.

—¿No me vas a odiar, verdad? —Decidió preguntar.

—¿Como podría odiarte? Eres de las mejores personas que conozco—Sonrió ella—. Dime ¿Qué pasa?

Eso hizo sentir a Lev más cómodo, respiró hondo y dijo:

—Me gustan los chicos.

—¿También? —Soltó ella extremadamente natural.

Sonrió al escuchar eso por parte de Heather, lo estaba tomando bien.

—Creo que no.

Heather parpadeó sin comprender la situación por unos segundos.

—¿Vas a romper conmigo? —A pesar de parecer tan calmada se le fue la voz enseguida.

—Heather, lo siento.

Ella estaba aguantando sus ganas de llorar, pero aún tenía una pequeña sonrisa en su rostro.

—No pidas disculpa por algo como eso. Te gustan los chicos y fue un error salir conmigo.

l Can't Sleep // Haiba LevWhere stories live. Discover now