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Capítulo XI

Los días con los ninjas de Konoha se volvieron semanas y las semanas se volvieron meses, así con poco más de ocho meses con el equipo Guy se pasaron más rápido de lo que pensaba hasta que ellos volvieron a Konoha.

Finalmente, un halcón de Sunagakure llego a ella.

A los civiles participes del programa de reclutamiento ninja:

Se les pide volver de su entrenamiento en cuanto lean esto. Se hará una evaluación del progreso de sus habilidades cuando estén en la aldea, si hay gran cantidad de carencia su preparación continuara en la aldea.

Atte

Consejo de Sunagankure

La nota había sido enviada hace dos semanas, no le sorprendía que tardara tanto en llegar, después de todo ella estaba a muy larga distancia del desierto.

Por fin podía volver a casa

Estuvo sola los tres primeros meses y las dos semanas que le tomo llegar al desierto desde el punto donde estaba.

En ese tiempo, Tenten le enseño a manipular hábilmente varias armas ninja, si bien ya dominaba las shurikens y kunais, la de los chongos le aumento el nivel para que tuviera una mejor puntería y destreza.

La entreno con papeles explosivos, bombas de humo, el tamaño de katanas. Decía que había ninjas que preferían espadas y luchar contra armas grandes: cuando no se tiene una fuerza similar a la de tu combatiente es necesario habilidad e inteligencia, claro esquivar armas grandes también.

Y aunque no era una maestra como Tenten que dominaba a la perfección las mismísimas senbon (agujas ninja) cuando llego con los látigos parecían una extensión de su cuerpo, orgullosamente podía decir que igualaba y tal vez se lucía un poco más que Tenten en eso.

Así terminando con cortes, manchas de sangre, armas enterradas y varias quemaduras el aprender a manipular papeles explosivos en masa valía totalmente la pena.

Lee y Guy -sensei se encargaron de lograr su condición física, durante todo el primer mes sentía que las extremidades se le carían, que los brazos se le romperían de tantas flexiones y que su abdomen no soportaría un abdominal más. El ácido láctico le dolía hasta respirar, ni se diga para toser o para reírse.

Hasta que los siguientes meses por fin dieron frutos y corrió largas distancias al igual que ellos, sostuvo todo su cuerpo con las manos, realizo decenas de repeticiones de ejercicio físico hasta que consiguió la fuerza física y ambos ninjas la aprobaron para empezar a aprender taijutso.

Fue ahí cuando tuvo a la bestia verde de Konoha y al Lee del que Gaara hablaba. Ambos eran raídos, fuertes, letales, con una destreza que no parecía humana, sin olvidar de la fuerza de voluntad que no les permitía rendirse.

Yo escupía sangre, terminaba con peores moretones que los de Tenten y por la noche ambos ninjas siempre se disculpaban cuando termina inconsciente o Tenten tenía que venderla.

También tuvieron que buscar regularmente servicio médico, porque le habían roto las costillas, las muñecas, dedos y dislocado los hombros; muchas veces, recibió golpes tan potentes que la dejaban verde e hinchada en la zona afectada sin poder moverse. Hasta Neji terminaba molesto con ellos.

En más de una ocasión Tenten la salvo de una mala patada y siempre les recordaba que era cuestión de enseñar no de matar; sin embargo, Yo logro sostener peleas decentemente tanto con Lee y Guy -sensei, felicitándola.

__ Nunca alguien tan novato se mostró tan comprometida en aprender Yo, te felicito. ¡La llama de la juventud arde en ti! nunca bajes el, nivel de entrenamiento. Ahora ya puedes defenderte por ti misma.

Lo mejor de mí (Gaara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora