Secundaria Campbell [Camp camp AU]

Cambios

Pocas cosas había que fueran peores que tener que madrugar un día lunes por la mañana para ir a la escuela, y una de esas era que quien te despertara fuera David con una sonrisa en la cara una alegre canción llena de alegría y vitalidad.

- ¡PUEDES CALLARTE DE UNA VEZ! -Max grito con toda la fuerza que se puede utilizar al estar recién despertado y cubrió su cabeza con la almohada en un fallido intento de volver a dormir. -

-Pero Max ¡No hay nada mejor que despertarte para ir a la escuela y así poder pasar todo el día rodeado de tus amigos! -La sonrisa no se le borraba del rostro, llegaba a parecer ilegal que alguien tuviera tal vitalidad a esa hora-

-Claro, con las malditas clases y los montones de tarea como acompañamiento. -Dio un suspiro y se sentó en la cama, resignándose a que ya no iba a poder conciliar otra vez el sueño- Además, no es todo el día, es solo la mañana y luego me llevaras a quien sabe donde para quien sabe qué cosa que tienes programada hoy.

-Veo que no olvidaste la sorpresa que te tengo preparada para hoy. Es algo muy importante para mí, Max, así que trata de poner de tu parte también -Dio una palmadita en su hombro y le dirigió una sonrisa amistosa- Te esperare en diez minutos en la cocina.

Max dio una última mirada al reloj digital que marcaba las 5:50 hrs y lo tiro al suelo antes de frotarse los ojos y levantarse, su día había comenzado.

David preparaba minuciosamente el desayuno para poder empezar el día en compañía de su hijo. Esa palabra se le sonaba raro en los labios "hijo". Max odiaba que le llamara de esa forma, así que no era una palabra que se acostumbrara a escuchar en la casa, no tenía algo que ver con que fuera por odio o rechazo al vinculo que compartían, sino que aún no estaba adaptado a todos los cambios que había tenido su vida en estos últimos años, además de un sentimiento de aversión al recordar que así es como lo solían llamarlo con odio sus antiguos padres.

Encendió la cafetera a la vez que prepara unas tostadas con huevos revueltos, puso la comida en unos platos sobre la mesa al lado de unas tazas y un poco de fruta por si se le antojaba. La cafetera emitió un pequeño ruido y dejo de funcionar mostrando que el café estaba listo, al mismo tiempo que Max ya estaba vestido y parado frente a la cocina mirando como David arreglaba los últimos detalles. Se le hacía gracioso imaginar que dirían los demás chicos en la escuela si vieran a su director con un delantal rosa preparando la comida.

David le dirigió una mirada acogedora y él lo interpreto como una invitación a pasar a la cocina a comer, no es como si la necesitara, pero aun las cosas eran extrañas para él a veces, era increíble que alguien se diera el tiempo de prepararle el desayuno, de niño jamás lo hubiera imaginado.

No pudo evitar esbozar una sonrisa al ver la comida, pero la disimulo de inmediato, no quería escuchar a David hablar todo el día sobre la sonrisa que tenía en la mañana y como le gustaría verla siempre.

-Iba a hacer hot cakes, pero hoy decidí quedarme unos minutos más en la cama, por lo que los dejaremos para mañana. - "y aun así me despertaste antes de las 6" pensó Max-

-Tostadas y huevo están bien -Se sirvió café y le ofreció a David- ¿Y en que consiste esa gran sorpresa que planeas darme hoy?

-Si te dijera no sería una sorpresa. -Max le dirigió una mirada que decía "¿Hablas en serio?" que lo animo a continuar- Solo te adelantare que significara un cambio importante para ti y para mí.

No hablaron más del tema en todo el desayuno, se dedicaron a hablar cosas sin importancia como que clases le tocaban el día de hoy y que no debía meterse en problemas o se vería en la obligación castigarlo. El viaje en auto fue silencioso, como siempre, pero al menos era el turno de Max de escoger que escuchar en la radio, así que trayecto no fue tan aburrido.