Capitulo 23

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1 mes después.

Nueva York era ahora su nuevo hogar.

O así podría decirse.

Después de todo lo sucedido en Busan, y el haber dejado claro bien las cosas, Jimin había preparado todo para su viaje con Jeon, se sentía realmente feliz, se sentía a gusto a su lado, y aunque todo había sido extraño al principio lo dejó pasar. Ahora estaban juntos en la pequeña casa que el mayor había comprado para los dos, pues el proyecto de Jimin con Dolce & Gabanna se había extendido más de lo solicitado, pero de eso Jimin no se podía quejar. Pues él estaba más que encantado.
Sus pieles desnudas se rozaban dulcemente, creando corrientes eléctricas en ambos. Toda la tarde se habían dedicado a hacer el amor, recordandose una y otra vez lo mucho que se querían. Jeon se encargó de marcar cada centímetro de la lechosa piel del menor como él solo sabía hacerlo, y Jimin se dejaba hacer, porque amaba la manera en la que Jeon lo tomaba y acariciaba. Se había vuelto aún más cariñoso y atento con él, como ahora...

—Bebé, ¿Te duele algo-— preguntó mientras besaba el rostro de menor con dulzura.

—Estoy bien amor, solo algo agotado.—

—¿Quieres que prepare la tina?—

—Por favor.—

—Bien, quédate aquí. Ahora regreso, cariño.—

Jimin solo asintió, recibiendo a cambio un dulce beso en su frente. Jeon lo traía totalmente enamorado y... embobado.

Los pasos de Jeon se escucharon, y a continuación fue alzado como un bebé, Jimin pataleó pero el mayor lo sostuvo fuerte para que éste no fuera a caer.

—¡Jeon, puedo caminar!— gritó

— Déjame consentirte, amor.—

—Está bien.— dijo un puchero

—Pero quita esa carita, bebé.—

Dijo viendo la cara de Jimin, el cual tenía el entrecejo fruncido y un pequeño mohín en sus labios, acto que para Jeon, era tierno.
Estando frente a la tina, el mayor sonrió y fue dejando al pelinegro dentro de ella, quien gimió gustoso al sentir lo tibio que estaba el agua, era perfecta para él. Pero claro, él no sería el único ahí dentro, tiró de la mano de Jeon, quien entendió lo que quería, sin más se fue acomodando detrás de éste, para empezar a tallar con la esponja el cuerpo del más bajo, quien se fue relajando ante los masajes que Jeon le daba.

—Ah, se siente tan bien.—

—¿Te gusta, amor?—

—Mucho, tienes unas gloriosas manos Jeon.—

— Sí, y también se hacer otras cosas con ellas.—

— Bajale tantito a tu calentura y déjame respirar. — dijo al momento que sintió unas manos tocar su trasero.

—Ahí también necesitas masajes, bebé.—

—Solo no toques Jeon, y sigue tallando mi espalda como lo estabas haciendo.—

—Está bien, cariño.—

—Mañana tengo sesión de fotos con Dolce & Gabanna, y el viernes es la última pasarela, ¿irás?—

—Cariño, ¿Por qué preguntas eso?, la respuesta es más que obvia amor, claro que iré, por nada del mundo me lo perdería.—

—Tienes razón, lo siento.—

—No te disculpes bebé, no hay el porqué.—

—Te amo demasiado.—

—Yo te amo el triple, mi amor.—

𖥲♡ Model A Wolf  𖥲♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora