12. Nieve

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Auron siguió corriendo después de eso, la única diferencia... Antes le seguía una persona armada y ahora eran cuatro.

-¡Tuve que huir de todos en Karmaland!- gritó riendo como un loco -.¡No podéis conmigo!

Iba en dirección donde había encontrado a la pequeña llamada Violeta y a su padre.

-¿Violeta?- preguntó al llegar a ese sitio y no ver a nadie -. Soy yo pequeña, quién te ayudó...

La niña salió de su escondite con miedo, y cuando vio que sí se trataba de él sonrió un poco mientras señalaba a su padre.

- Ta débil...¿Se morirá?- Violeta no aguantó y las lágrimas empezaron a caer de sus ojos.

- No, no... Claro que no - abrazó a la pequeña y le tapó los oídos al ver que los policías habían llegado y estaban disparando a la panda esa de embutidos.

- Suerte que hoy Sara se quedó con 8cho - murmuró para sí mismo al darse cuenta de que le quedaba mucho día.

Raúl se separó cuando los disparos cesaron y decidió acercarse al chico, padre de la niña.

- Ey tío, aguanta, tu hija está preocupada - susurró sonriendo con tristeza al ver detalladamente que el rostro se le hacía familiar, muy familiar -.¿Perxitaa?

-¿Auron?- Perxitaa abrió los ojos para mirar al del mechón teñido, después de años, se habían vuelto a encontrar.

-¿Auron?- Perxitaa abrió los ojos para mirar al del mechón teñido, después de años, se habían vuelto a encontrar

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Reborn acompañaba en el patrulla a su padre, un intento de homicidio, persecución... Quería verlo.

-¿Qué piensas?- le preguntó a su padre que conducía deprisa.

- Qué ese chaval, el que me llamó sino es un puto estratega debería de estar muerto.

Su hijo asintió en silencio mientras su padre aparcaba en doble fila y salía a ver lo que habían hecho sus agentes.

Reborn se quedó mirando el espectáculo que estaba dando una pequeña niña que no quería soltar al chico que la tenía en brazos, supuso que era el mismo que había llamado. Los dos tenían sangre pero se notaba a la perfección que no era suya.

En un momento el chico que sujetaba a la niña giró la cabeza en dirección a todos lados y Reborn pudo ver de quién se trataba, nada más ni nada menos que de Auron, su amigo de hace días.

- Distrae a la niña, vamos a llevarnos a su padre al hospital - le ordenaron a Raúl quién asintió.

-¡Mira a esas luces Violeta!- señaló uno de los coches patrulla -. Son azules.

- Podré ser pequeña pero no estúpida - Auron soltó una risa al escuchar eso.

- Voy a llamar a un amigo mío y de papá -  agarró el teléfono y marcó unos números para después gritar -. Fargan puerco.

мάѕ ѕοϐяє τί - яєϐοяиρℓαγWhere stories live. Discover now