Transformers Un Nuevo Mañana

Nuevos amigos

Los chicos estaban durmiendo plácidamente, su respiración era tranquila hasta que un escucharon el sonar de un motor de auto e inmediatamente un claxon acompañando el rugido.

-Bee, ¿Estás loco? Despertarás a mamá y a papá- regañó sin gritar.

-Necesitamos ir a la base- respondió en el radio.

-Agh- se quejó -Pero son las seis de la mañana.

-Se vienen conmigo a la base o voy a seguir sonando el claxon y me vale si despierto a alguien- amenazó el camaro amarillo con una voz grave proveniente de una estación de suspenso.

-Bien, despierto a alice y bajamos- se encaminó de nuevo a la casa.

Al llegar al cuarto de Alice abrió la puerta cuidadosamente tratando de verse como un ninja pero pisó una zapatilla de la chica haciendo que cayera provocando demasiado ruido.

-¿Sam?- se sentó algo adormilada -¿Qué carajo estás haciendo?- lo miró con sus ojos somnolientos.

-Tenemos que ir a la base o si no Bee seguirá haciendo ruido para despertarnos a todos.

-¿También a mamá y a papá?- se talló los ojos intentando despejarse un poco más.

Después de un rato de haberlos esperado en la calle arrancó directo a la base con el ritmo de uptown fuck de Bruno Mars resonando en las paredes del auto, evitando que otros silencios incómodos se produjeran.

Al llegar a la guarida se encontraron con la sorpresa de que dos niños de secundaria estaban parados viendo a los recién llegado.

-Llegamos- al bajar del auto inmediatamente se transformó en bot caminando hacia el grupo de mechs que se hallaban reunidos en el centro de mando.

-¿Y Arcee?- preguntó la joven humana buscando a su amiga azulada.

-Aún no ha llegado- una voz profunda y ronca resonó por las paredes de la base.

-¿A dónde fue, Optimus?- se acercó al Prime viéndolo de frente con una mirada fría.

-¿Cómo sabes mi nombre?- se agachó para verla un poco más cerca.

-Arcee me lo dijo- alrededor de ambos ya había aparecido un aura de tensión mientras que ambos se miraban fríamente como si se estuvieran retando con la mirada.

-Mira, Optimus- explicó de manera simple -No me caes y no te caigo, ¿Por qué no mejor nos evitamos esto- sonrió sarcásticamente eliminando el ambiente tenso.

-Me parece buena idea- el Prime solía ser frío pero con esta chica... un iceberg resultaba más cálido y acogedor.

Volvieron a mirarse a los ojos, los ópticos azules de Optimus contra los ojos fríos e inexpresivos de la humana.

El sonido de un motor cortó el ambiente tóxico como si fuera un cuchillo en mantequilla, cuando voltearon se encontraron con la dichosa moto.

De ella bajó un niño más pequeño que los otros dos que estaban parados, tenía lentes, el cabello despeinado y la ropa algo suelta.

-Hola- saludó con la mano algo tímido.

-¿Rafa?- habló la niña de colitas y ojos rasgados -¡Rafa!- chilló alegre.

-¡Miko!- sonrió saludando a su conocida.

-Genial- suspiró el mayor de ellos acercándose a los adultos -Hola, soy Jack, ellos son Miko y Rafael, somos compañeros de escuela.

-Eso lo explica- río Sam acercándose -Soy Sam Witwicky y ella es Alice, mi hermana.

-Pero no se parecen.

-¡Miko!- regañó Jack a la de coletas rosas.

-Perdón- río bajo.

-Somos hermanos de alma- explicó Alice.

-Bueno, ¿les gusta el metal?- la niña los miraba interesada.

-Algunas canciones- respondió Alice.

-¿Cómo cuales?

-Highway to hell y otras pero no me gusta tan agresiva- sonrió dulcemente.

-Como tú personalidad- la sonrisa de la chica se borró inmediatamente, volteó a ver al robot para encararlo.

-No, no soy agresiva, aunque no lo parezca soy sensible- escupió las palabras como si fueran veneno.

-Si, claro- se burló Sam revolviendo el cabello de su hermana con cariño.

-Jajaja ¡Sam!- se liberó dando un empujón a la espalda de su amigo -Sueltame jajaja.