Capítulo 10 • ¿Estás bien?

95 29 20
                                    

Narra Katherine

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Narra Katherine.

—¿Hola? —preguntan del otro lado de la línea

—¡Hola! —grito y comienzo a reír a carcajadas

—¿Milena Silas? —preguntan nuevamente y asiento, pero al darme cuenta de que no puede verme

—Sí, la misma —digo aun riendo y oigo como bosteza

—¿Has tomado?

—No recuerdo —arrastro las palabras

—¿Dónde estás? —pregunta de manera apresurada y miro alrededor

—Creo que me perdí, ¿sabes cómo llegar a mi casa? —pregunto—. Ah cierto, yo huí de mi casa —río y del otro lado solo se escucha su respiración

—Envíame tu ubicación —ordena y yo miro la hora en mi celular las "03:41 AM" marcaba el reloj

—Veo todo borroso —aviso y el bufa

—Dime lo que hay a tu alrededor —dice

—Aquí se puede leer un cartel —aviso e intento ver con claridad lo que dice—, ca... man... te... rio... —arrastro nuevamente las palabras—; ¿Camanterio? ¿Qué rayos es eso? ¿Dónde van las camas muertas? ¿Qué clase de persona hizo esto? ¡Oye! Quizás este la cama que usaba cuando era niña, hay lapidas, deberían tener cuidado con la persona que creo esto ¿aun estará suelta por las calles? —del otro lado no se oye nada por lo cual lo observo, había cortado—. Que grosero —le digo, tantas llamadas a varios y ninguno había atendido su celular, bueno tampoco tenía muchos contactos, observo las lapidas y una angustia crece en mi interior, el vaso en mi mano aun contenía aquel liquido desconocido para mí. Antes odiaba el alcohol, pero ahora era lo único que lograba que los olvide a ellos, pero ¿Quiénes eran ellos? No los recordaba, rio ante mis confusos pensamientos y unos pies se detienen delante mío

—¿Estás bien? —toca mi cara para levantarla de manera que pueda verme mejor, pero corro su mano

—Ya, quítate Blais, estoy bien

—¿Blais? —pregunta y observo su cara, Efraín me mira confundido—. ¿Tu novio? —levanta una ceja a modo de intriga

—No, no sé quién es —río

—¿Por qué lloras?

—No estoy llora... —toco mis ojos y efectivamente estaba llorando, ¿quién era Blais? Mi mente intenta recordar, de repente miles de imágenes comienzan a invadir mi mente, intento tomar el líquido del vaso, pero una mano me detiene, pienso que será algunos de mis hermanos o mis padres, pero no. No es ninguno de ellos

Efra sostiene mi mano impidiendo que tome del vaso, nuestras miradas se encuentran y cuando pienso que pondrá cara de desagrado, me sonríe, estira su mano para ayudarme a levantar, pero la ignoro a la vez que me suelto logrando levantarme sola, al hacerlo me mareo un poco, pero rápidamente me establezco

—Ya tienes suficiente alcohol —explica con voz suave y bufo a la vez que inflo mis mejillas, era una costumbre que tenia de pequeña—. Te ves tierna —sonríe y ruedo los ojos—. Vamos, sube al auto —dice y miro detrás, cerca del gran cartel que decía cementerio se encuentra un auto color azul, muy bonito con un porte elegante, intento caminar hacia otro lado, pero él me toma por los hombros y me guía hacia el auto—. ¿Por qué me llamaste a mí? —pregunta

—Nadie atendía, lo chistoso es que llame a mis padres y tampoco lo hicieron. Su línea daba apagada al igual que la de mi hermano y hermana, si Samay tuviera teléfono apuesto que atendería —le cuento, pero siento una presión en el corazón, como si eso no fuera real

—No sabía que tenías hermanos —admitió él

—Sí, tenía. Ahora ya no —mire una última vez las lapidas y lágrimas comenzaron a caer, esta vez las dejo, tantas veces que las retuve

—¿Estas bien? —me observa preocupado, yo por mi parte niego. La primera vez que soy sincera, la primera vez que podía ser yo, la primera vez que no podía fingir ser Milena y mostré mi personalidad, y no me sentí culpable por llorar, porque al fin y al cabo era humana—. ¿Quieres contarme? —pregunto Efra con voz suave y suspire, el auto hacía rato que iba manejando, las calles pasaban y yo no recordaba donde vivía, llego a un punto donde se podía observar la ciudad. Cispecty no era muy grande, pero de noche todas las luces iluminaban el lugar haciéndolo demasiado hermoso y logrando que lo admirara con mi familia cada vez que teníamos la oportunidad, pero ahora ellos no podían admirarlo

—Me da rabia —susurre después de un largo tiempo observando la ciudad

—¿El qué? —pregunta, lo miro y se encuentra observando el gran cielo estrellado

—Todo —respondo volviendo mi atención hacia las luces. Él me mira atentamente

—¿Qué es todo? —su pregunta me toma desprevenida y miro el cielo. ¿Qué era todo? Una lagrima cae silenciosamente por mi mejilla y agradecía que la noche este lo suficiente oscura como para que él no logre verla

—Todo, me da rabia que se lleve a las personas sin preguntar que no le importen tus sentimientos. ¡Si supuestamente me ama ¿Por qué me quita a los que amo?! —grité y quizás aquellas lagrimas que libere no habían salido como debían

—¿Por qué? —por un momento sentí a Blais, escuchando a la madrugada aquellas cosas que guardaba para mí, mis piernas flaquearon sintiendo que caería por lo cual tome la baranda que se encontraba allí firmemente con la mano vacía

—¿Por qué? —pregunte irónica—, siempre que amas a alguien te lo quita, sería mejor si yo me fuera —mire el gran acantilado que se encontraba detrás de la baranda

—¿A dónde irías? —definitivamente Efraín era el peor para escuchar, pero aquí estaba yo; borracha contándole todo

—¿Eso importa? —río divertida y muevo la bebida alcohólica en mi mano izquierda—. Al menos estarían con vida

—Pero no los podrías disfrutar

—¡¿Y?! —le grito y él retrocede unos pasos ante la sorpresa—. ¡Eso no importa! —el sonido hace eco haciendo que me escuche repetidas veces—, ¡mírame! ¡Mira a esta borracha! Ellos tenían sueños ¡¿Yo qué tengo?! ¡Alcohol en mano! Si ellos estuvieran querrían vivir, no preguntarse cada día por qué siguen respirando, porque no mueren de una vez. Si ellos estuvieran...

Pero no lo están —dice mi conciencia y tiro el vaso con la bebida al suelo haciendo que se rompa en mil pedazos, caigo de rodillas ante el dolor insoportable que sentía en mi corazón, la baranda no puede sostenerme esta vez. Sentí unos brazos que me rodeaban como los mi papá, por un momento pensé que era su abrazo, como el de aquella vez cuando se despidió.

~~~~~~~~~~~~

¡Gracias por los 200 leídos :3!

Es un gran logro, gracias por todo uwu

Espero disfruten el capítulo como lo disfrute escribiendo

Bueno en realidad lloré, y mi familia preocupada por llorar xD

En Un Mes Creerás En Él. [EUMCEE1]©Where stories live. Discover now