Dos

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N O V I E M B R E 1 9 9 8

Draco Malfoy estaba empapado, su jersey, abrigo, pantalón; todo estaba empapado con agua de lluvia muy fría.

Ha estado lloviendo en Londres por tres días. El no quería salir de su apartamento - si fuera por el se quedaría adentro por siempre - Pero su madre lo había hecho salir con ella a tomar una taza de té en su cafetería favorita. Ahora, el se encontraba subiendo las escaleras para ir de vuelta a su apartamento, sintiendo frio y frustración, y planeando en encerrarse en su cuarto por el máximo tiempo que pudiera.

El puso sus llaves en la cerradura de su apartamento, pensando en lo ridículo que era que un poco de metal hacia sentir seguros a los muggles en sus casa. Sin encantamientos, solo pequeños, frágiles cerraduras.

El tenia hambre. Había rechazado la comida y no había tocado su té.

En cuanto entro al apartamento, una puerta al otro lado del corredor estaba abierta.

"Hola, vecino!"

Draco se dio la vuelta para ver a la mujer, forzando una sonrisa. Emily - una chica de treinta años, cabello rizado, mujer Americana - se movió mas cerca a el. "La lluvia te atrapo?" ella preguntó.

Draco no respondió. Todo lo que quería hacer era ir a su cuarto y dormir por una semana.

Ella sigue hablando. "No se como no no hemos conocido aun. Te mudaste aquí, que, como hace dos meses?"

El asintió con la cabeza.

"Bueno, yo conozco tu cara. No quiero sonar rara ni nada, pero mis amigas y yo te vemos desde mi ventana algunas veces, cuando volvimos en las noches. Eran como las tres de la mañana y tus luces siempre estaban prendidas." ella sonrío. "Nunca duermes, huh?"

"No mucho."

"Bueno, como sea. Es bueno finalmente conocerte." ella se inclino mas cerca y puso su mano en las empapadas mangas de el. Draco se quedo mirando. "Hacer amigos puede ser difícil aveces-" ella emitíos un gemido agudo cuando Draco quito su mano y saco su varita. "Um, que es eso?"

"Obliviate." el susurró apuntando a ella. Sus ojos se empañaron y el se metió a su apartamento y cerró ls puerta antes de que ella recuperara la conciencia y lo viera.

El se a borrado de la memoria de Emily 5 veces. Cada vez que ella habla con el es doloroso, pero el habia concluido que era mejor tener siempre la misma conversación que hacerla pensar que eran amigos. El entro al apartamento y se pregunto si todos sus vecinos eran tan molestos.

El había dejado la venta abierta cuando se fue, y noto que ahora había un charco de agua en el suelo de madera. El vivía en el tercer piso de un bloque de apartamentos en Hackney, y le gustaba mantener la ventana abierta el mayor tiempo que pudiera. Le gustaba el viento y el ruido. A el no le gustaba el silencio.

Su apartamento, el supuso, probablemente era igual que todos los apartamento de un cuarto en Londres. Lo cocina y la sala estaban en el mismo lugar, a lo cual el arrendador se refirió como "moderno" y "abierto" pero Draco creía que solo fue una manera de justificar el pequeño espacio. El pasaba la mayoría de su tiempo en su pequeño cuarto, mirando al techo y esperando a que el tiempo pase.

El esperaba que su familia no estaría de acuerdo con el mudándose a Londres, pero ellos habían sido sorpresivamente alentadores. Ello le ofrecieron un gran apartamento, muebles de alta calidad, incluso le habían parecido un elfo domestico. El rápidamente se dio cuenta de que ellos pensaban que el estaba intentando empezar desde cero; mudarse a una gran ciudad, de la vuelta una hoja nueva.

Pensó que podrían rellenarlo.

Había vaciado la mitad de su cámara en Gringotts y lo cambio por dinero muggle. El compro un colchón y lo puso en el suelo, y decidió que no necesitaría muebles.

El no buscaba empezar de nuevo; el solo quería estar solo. El no quería nada que tuviera que ver con el mundo mágico lo siguiera aquí. El no quería elfos domésticos, lujosas reliquias familiares.

Entonces se mudo a una ciudad llena de muggles así que no seria probable de que se chocara co alguien que supiera quién es él. Los muggles de Londres eran simples, gruñones, y parecían siempre estar apurados. El comenzó a sentir una sensación delirante de placer al ver que los ojos de las persona solo lo pasaban como si el no existiera; de saber que el era completamente irrelevante en sus vidas. El solo era alguien, el era nada para ellos. Solo un cuerpo.

El había querido una vida con Isobel Young, pero ella se había ido. Así que decidió invisibilidad en cambio.

Abrió su refrigerador y lo observo. Había un viejo pedazo de queso, algunos huevos y un solo pedazo de pizza .

Era raro estar completamente a cargo de cuidarse a el mismo, sin elfos domésticos que hagan los quehaceres los cuales el nunca había aprendido a hacer. El no tenia ni idea de como cocinar. El amaba la autonomía, pero no era muy bueno en eso.

Eran casi las 5, y el sol empezaba a desaparecer del cielo, así que prendió las luces. Así como odiaba el silencio, odiaba la oscuridad.

Era en la oscuridad cuando la extrañaba mas.

El sentir la ausencia de Belly a donde fuera que iba; desde su cuarto a la cocina, hasta la tienda de la esquina.

Pero en la oscuridad sentía su ausencia aun mas. Cuando todas las luces estaban apagada, y todo el mundo estaba en silencio, era ahí cuando ella realmente lo perseguía y atormentaba. Era ahí cuando se daba cuenta de todo el solitario espacio que había a su lado. Que en donde el solía poner su brazo para abrazarla por la cintura, ya no había nadie. Solo sabanas. No calor, no un suave cuerpo, no una silenciosa y suave respiración.

El había empezado a dejar las luces prendidas en las noches hace meses, cuando se dio cuenta del problema. Unas semanas después, compro una radio, la cual ahora dejaba constantemente prendida, aunque nunca le prestaba atención, El realmente no le importaba nade de lo que estaba sucediendo en el mundo, pero lo ayudaba a salir de ese horrible silencio.

El nunca se olvido de que ella ya no estaba, nunca lo olvidaría. El no tenia breves momento de olvidar y recordar, este dolor estaba con el constantemente; nunca se fue. Pero en la oscuridad y silencio, era peor. Así que el nunca iba a estar en la oscuridad y silencio a menos que de verdad tenga que hacerlo.

El dejo su taza en el la cocina y se costo en el colchón. Como todas las noche, miró al techo y pensó que cuando perdió a Isobel, también perdió una parte de el.

Dear Draco, pt.2 (Traducción)Where stories live. Discover now