Capítulo 33

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Durante todo el día, ella no dejaba de pensar en Ivan y en cómo la estaría pasando probablemente. Boggi la había llamado un par de veces para que fueran a cenar, pero ella no tenía los ánimos para hacer tal cosa. No era el beso romántico y lleno de amor que Boggi esperaba, pero fue un beso y con eso le bastaba.

Emilio había tratado de levantarle el ánimo a su hermano, pero Ivan simplemente quería permanecer echado en su cama. Su gemelo se rindió y se recostó junto a él para hacerle mínimo un poco de compañía.

- Vaya semanitas, ¿eh? -Dijo Emilio mirando al techo con sus manos sobre su abdomen- Debo agradecerte, Ivan -Miró a su hermano quien estaba boca abajo y con su rostro hundido en la almohada. Ni siquiera prestaba atención a lo que Emilio le decía- Gracias a ti y a ___, se me han quitado las ganas de tener pareja -Bromeó, pero Ivan ni siquiera se inmutó- Vamos, hombre -Se acomodó de costado zarandeando su hombro- Que ya sé que no es cualquier chica y lo entiendo, pero en algún momento tendrás que move on, y entre más rápido suceda eso, menos sufrirás -Ivan habló contra la almohada haciendo que fuese imposible para Emilio entender.

- ¿Qué dices? -Con el ceño fruncido empujó su hombro hasta que logró voltearlo dando la cara al techo.

- Que siento que no he actuado de la mejor manera -Emilio se asombró por sus palabras.

- ¿Te culpas a ti? Perdón, pero si mal no recuerdo, tú no besaste a ningún ruso -Habló sarcástico.

- Que ya lo sé, tonto... pero estaba tan molesto, que me he ido sin saber porqué lo hizo -Emilio miró a un costado algo confundido.

- ¿Cómo "porqué lo hizo"? ¿Pues por qué otro motivo besas a una persona?

- ¿Pero no te parece extraño que de pronto le hayan nacido las ganas de besarlo, y queasí como así ya no quiera casarse conmigo? -Se encogió de hombros.

- Pues sí, pero... no le puedes preguntar. Por algo nos pidió alejarnos, y quién sabe qué pueda pasar si hacemos lo contrario

- Lo sé y es lo que más me molesta -Se colocó la almohada en el rostro y escuchó una pequeña risita de parte de Emilio.

- Jamás te había visto celoso en mi vida -Inmediatamente Ivan arrojó la almohada y se incorporó en la cama.

- Trata de ver al amor de tu vida besar a alguien más a ver si no te pones celoso -Emilio no pudo evitar reír.

(...)

Días después de unos días más, el ánimo de ___ y de Ivan habían subido un poco, y podríamos decir que la terquedad de Boggi por parecer una pareja, también lo había hecho.

De pronto la había citado en uno de los barrios más ricos de toda España. No sabía qué harían por allí, pues no había restaurantes ni cafés en las calles dónde le había pedido que se encontraran, todo lo que había eran casas gigantes como las que ya tenían.

- Bien, ruso, ¿a qué se debe que me hayas citado aquí un sábado tan temprano? Aún tengo sueño, ¿sabías? -Él rodeó su cintura con su mano y la hizo mirar un edificio gigante frente ellos.

- ¿Te gusta? -Preguntó de pronto y ella frunció el ceño.

- Supongo, es grande -Se encogió de hombros.

- He comprado el penthouse -Aseguró con una sonrisa y ella se apartó un poco para mirarlo sorprendida.

- ¡Oye, apenas has cumplido los dieciocho, ¿tan pronto quieres mudarte de la casa de tus padres?! -Él asintió con una sonrisa.

- Igual no es como que haya mucha diferencia, quiero decir, se la pasan viajando todo el tiempo y estoy por mi cuenta -En eso tenía razón.

- ¿Ya lo saben?

- Pues claro, y les ha parecido una fantástica idea. Creen que es momento de que aprenda lo que es hacerme cargo de mí mismo

- ¿Y cómo harás para mantenerte? -Boggi no pudo evitar reír, la chica estaba realmente preocupada por él.

- Tal vez no lo sabías, pero mi padre no me heredará la empresa así como así. Hace un par de meses me ha asignado un puesto, nada grande realmente, tan solo estar al frente de una mini empresa. Cree que debo comenzar desde abajo al igual que él para manejar bien el negocio cuando él ya no sea capaz

- Sí, sí, mi padre tiene los mismos planes para mí, pero hasta que termine la universidad -La chica estaba de verdad horrorizada con la noticia.

- Suena bien, pero yo quise comenzar antes

- ¿Por qué?

- Bueno... -Vaciló un poco- Mis padres tienen algunos pensamientos algo anticuados que a mí me molestan. Reglas que creo innecesarias y... ¡Ah, sí! Odio tener un personal para todo -Ella rio- Quiero decir, no los odio como personas, pero me molesta tener la casa repleta de gente; cinco personas en la cocina, dos en el baño, siete en la sala, etc. Sé arreglármelas por mí mismo en muchas cosas, ¿sabes? Es decir, sé cocinar, sé limpiar, sé manejar. No soy un inútil, no necesito a una persona para cada paso que doy -Ella sonrió, pues en muchas ocasiones también se había sentido de la misma manera- Además somos tres, ¿por qué necesitamos una casa tan grande?

- Umm... tú compraste un penthouse, ¿eso te parece algo pequeño?

- Lo sé, pero aún es más pequeño que mi casa. Además, dentro de un tiempo no seré el único viviendo ahí -Ella se asustó al entender la referencia.

- ¿Tú planeas que yo me mude allá arriba contigo? -Señaló con su dedo el penthouse y él no pudo evitar reír.

- No creo que vivir en residencias separadas sea algo común entre las parejas casadas

- Ay Dios -Murmuró.

- Vamos, te enseño el lugar -Divertido por su comentario, la afirmó de la cintura y la encaminó dentro del edificio.

Saludaron al conserje encargado del edificio y subieron por el elevador privado hasta el último piso. El lugar estaba sin amueblar y con muchas cajas alrededor, debido a que unas horas antes, Boggi había comenzado a traer algunas cosas.

Lo que sería la estancia, tenía por pared más grande un ventanal corredizo que daba a una enorme terraza con piscina y vista a la ciudad. Justo al lado, se encontraba la cocina y el comedor, los cuales, compartirían espacio. Habían tres baños además de los que había en las tres recámaras, con un jacuzzi en uno de ellos. Un cuarto acondicionado para mirar la TV y Boggi cerró el recorrido con la habitación principal. Sin duda era la mejor pieza del apartamento, pues al igual que la estancia, no había una pared sino un ventanal con una vista magnífica, aunque lo que más le emocionó a la chica, fue ver una puerta que daba a un armario gigante, o a lo que sería un armario gigante en un futuro, ya que, seguía en remodelación. Lo que ella no sabía, era que Boggi había mandado a acondicionar ese espacio como un armario solo por ella.

- ¿Y bien? ¿Te ha gustado el lugar?

- ¡Me ha encantado!

Her Love in PercentagesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora