ᴛʀᴇᴇʜᴏᴜꜱᴇ | ᴍɪᴄʜᴀᴇɴɢ

εїз １１ εїз

Los ojitos de Chae se abrieron como platos ¿No que solo los grandes se podían casar? Aún así, le gustaría ser una reina también, pero ¿Con quién se casaría Mina?

─¿Con quién quieres casarte, Minari?─ Preguntó curiosa la pequeña tigre. Le dolía un poquito pensar que su amiga quería estar con alguien más, pero la curiosidad era mayor. Además, son sólo amigas.─ Quizá Félix sería un buen rey porque tiene lindas pecas ¡Oh! Tal vez Jimin... ¿Te gusta Jimin?

─¿Qué? ¡No! ─La japonesa rápidamente negó. No quería casarse con ninguno de ellos. No le gustaba ninguno de aquellos niños. Félix aún usaba rueditas de entrenamiento en su bicicleta y Jimin una vez le puso chicle en el cabello.─ Quiero que te cases conmigo.

─Pero no podemos, aún somos p-pequeñas...─Dijo algo desanimada la pequeña Chae, pero Mina tomó su mano y le sonrió.

─No nos casaremos de verdad verdad, sólo será un juego.─ ¡A Chaeyoung le encantan los juegos! Obviamente jugaría con Mina si ella se lo pedía. Así que asintió con la cabeza.─ ¿Entonces en tu casa haremos la boda de mentiritas?

─Sí, en mi casita del árbol. Debemos ponernos ropita elegante y llevar invitados de peluche. Tenemos que preparar todo, primero.─ Dijo sonriendo y luego recordó el plan de Jihyo.─ ¡Oh! Quería preguntarte si t-te gustaría sentarte conmigo en el autobús. Le pedí a mi mami que no me recoja hoy, si te parece bien...

─Me encantaría, Chaeyoungie.─ La japonesa abrazó fuertemente a la más pequeña y esta correspondió aquel abrazo con todas sus fuerzas. 

...

Las clases ya han terminado por hoy y la pequeña Chaeng estaba muy emocionada por ir en el bus con Mina. Apenas salió de clases, se sentó en las escaleras a esperar a que Mina salga para ir juntas. 

Veía como los padres recogían a sus niños, otros se iban en bicicleta, algunos caminando pero Mina no aparecía ¿Será que le pasó algo? Chaeyoung, preocupada, se levantó y entró a la escuela. Todo se veía un poco siniestro por la ausencia de alumnos. Caminó a paso lento por los pasillos hasta que escuchó risas. Eran las risas de Nayeon y Jeongyeon ¿Estará con ellas?

Por otra parte, Mina, en efecto, estaba con ellas, pero no de la forma que creía Chaeyoung. Las niñas mayores se reían mientras sujetaban la puerta de un cubículo para que Mina no salga. La habían encerrado porque tenían un plan.

─Quédate ahí. La enana vendrá a rescatarte y ese será el momento para actuar.─ Dijo Jeongyeon, tronando sus dedos. Nayeon rió, aprobando a su amiga.

─Exacto. Esa molesta siempre está detrás de ti. Pareciera que fuese una estúpida lesbiana.─ Se burlaron las niñas de cuarto grado. 

Mina no paraba de golpear la puerta del cubículo, intentando salir.─ ¡Déjenme salir! ¡No le hagan nada!

─Escucha, Nayeon. Mina se está contagiando del lesbianismo.─ Dijo Jeong con asco.

─Vaya, Mina. No esperábamos eso de ti.─ Dijo abriendo la puerta del cubículo y agarrando a Mina de su camiseta.─ No queremos sucias lesbianas en esta escuela.─ Gruñó con disgusto, apretando su puño y levantándolo para darle un golpe en la nariz a la japonesa. Mina cerró los ojos esperando por el golpe que no llegó porque alguien las interrumpió.

─¡Déjenla en paz! Ustedes n-no la quieren a ella...─ Llena de valentía, la pequeña Chaeyoung vino para ayudar. Se moría de miedo, pero debía ayudar a quien ama.─ M-me quieren a m-mí.

─¡Chae, vete! ¡Te van a h-...!─ Nayeon le tapó la boca con su mano.

─¡Cállate! o te daremos una paliza a ti también.─ Amenazó Jeongyeon. Chae la miró con miedo. Su propia familia se puso contra ella, pero ahora no importaba. Debía salvar a Mina.

─Vaya vaya, llegó súper enana a salvar a su noviecita la lesbiana.─ Habló burlona Nayeon, sin soltar a Mina, quien luchaba por soltarse de su agarre.─ No quieres que la lastimemos ¿verdad?─ Las rodillas de Chaeyoung temblaban, pero se mantuvo firme y negó con la cabeza.─ Entonces entrégate para que te quitemos lo homosexual a golpes.

Chaeyoung soltó un pesado suspiro y trató de no escuchar a Mina, quien intentaba gritar para que la pequeña coreana no se entregue por ella. Dio unos pasos hacia adelante y miró desafiante a Nayeon y a su prima.

─Háganme lo que quieran, golpéenme hasta cansarse, incluso pueden m-matarme... Pero a Mi-Mina no le toquen un solo cabello. ─Mina tragó en seco al escuchar eso y empezó a patalear, soltándose del agarre de Nayeon.

─¡Chaeyoung! ¿Estás loca? Te harán trizas. Vete mientras puedas.─ Jeongyeon detuvo a Mina, agarrando fuertemente de su brazo y Nayeon le dió un buen golpe en el estómago haciendo que la japonesa caiga al suelo.

─¡MINARI!─ Gritó aterrorizada. Esta vez sí que la hicieron enojar.─ Mina, creo que estoy loca. Pero loca por ti.─ Corrió hacia Nayeon para darle un puñetazo en la cara, pero un golpe por parte de Jeongyeon la dejó inconsciente en el suelo.

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