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♫Recomendación♫

❝Bubble Gum ─ Clairo❞

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La voz de Mina comenzó a sonar por todos los rincones de la casa cantando esa canción. Esa maldita canción que hacía que Chaeyoung vuelva a sentirse como una niña pequeña esperando por algo que no va a pasar.

La joven coreana corrió hasta la habitación de su amiga recostó allí. Aún podía escuchar el dulce sonido de la voz de aquella muchacha, pero no tanto como en el salón de la casa. Pasó sus dedos a través de sus cabellos dorados, estirándolos levemente, para luego soltarlos y dejar caer sus manos a los lados de su cuerpo mientras reflexionaba sobre lo que le hacía sentir aquella chica.

─¿Por qué la invitaste? ─Cuestionó molesta Tzuyu a su hermanastra, quien la miró con los ojos bien abiertos y tratando de calmar a la menor.─ ¡Conoces la situación de Chaeyoung y haces esto! ¿Acaso no piensas?

─Escúchame, Tzu. N-no tenía opción. Tenemos que hacer un proyecto juntos y se quedará a dormir así lo hacemos desde mañana temprano. Ya sabes, mañana es sábado y...─ La taiwanesa abrió la boca para reclamarle pero la mayor le hizo una seña para que espere.─ Sus padres no están en casa y creí que sería buena idea traerla ¡No sabía que traerías a Chaeyoung!

─¡Por dios, Jihyo! SIEMPRE la traigo.─ Bufó frustrada. Apretó sus puños y luego la señaló con el dedo.─ Si se puso muy mal por tu culpa, te descuartizo ¿Escuchaste?

Una vez terminó de regañar a su hermana, comenzó a buscar a Chaeyoung que, conociéndola, estaría en la habitación de Zhou. 

Mina, luego de terminar la canción, accidentalmente escuchó la conversación, siguió a Tzuyu y la tomó del brazo antes de que entre a la habitación donde se encontraba la coreana.

─No es momento p-...─Tzuyu se volteó, molesta y frunció el ceño al ver de quién se trataba.─ Oh, tú ¿Qué quieres?

─¿P-puedo hablar con ella?─ Musitó la japonesa, haciendo que la más alta la mire con confusión y luego niegue bruscamente.

─¡No! ¿Qué te crees? ¿Que querrá  hablar contigo luego de lo que le hiciste? ─Se soltó del agarre.─ Por favor, vete.

─Al menos pregúntale si miró detrás de la fo-...

─Reitero. Por favor, vete.─ Señaló con el dedo el camino por donde debía irse la japonesa. Mina suspiró pesadamente y se fue, dejando, finalmente, que la taiwanesa entre a su habitación, encontrándose con Chaeyoung, sentada en la cama, mirándola.

─Hablabas con Mina ¿Verdad?─ La miró fijamente con esos profundos ojos castaños y Tzuyu sólo asintió mientras se acercaba para sentarse a su lado.─ ¿Qué te dijo?

─No creo que importe, Chaeyoung, sólo est-...

─Dime qué fue lo que te dijo.─ Interrumpió demandante la coreana, provocando que la menor suspire.

─Me dijo que te pregunte si miraste detrás de la fo-...─Chaeyoung la miró expectante, esperando que termine la oración.

─¿Detrás de la qué? ─La confusión en su rostro se hacía notar cada vez más.

─No lo sé, solo me dijo eso. "Fo"... ¿Qué habrá querido decir? ─Se rascó la nuca pensando.─ ¿Foca? No, es estúpido. Tal vez forma... o foto.

"Foto"

─Tzuyu ¡La foto que me regaló en mi cumpleaños! ─Exclamó recordando aquel amargo día y el último regalo que recibió en aquel cumpleaños. El regalo que le había hecho pensar demasiado. Varias veces pensó en tirarlo, pero nunca tuvo el valor. Aún está en el cajón de su mesita de noche. A veces le echa una ojeada, preguntándose qué fue lo que hizo mal.

─¿Lo revisarás cuando llegues a tu casa? ─Preguntó con preocupación la menor.

─¿Debería? ─La rubia miró a su amiga en busca de respuestas, pero esta sólo la miró y puso una mano en su hombro.

─Es tú decisión. Si lo lees, volverás a pensar en Mina. Si no lo lees, seguirás con tu vida ignorando algo que, quizás, sea importante.

─¡Yo lo l-leería! ─Exclamó Dahyun, entrando a la habitación con un vaso de alcohol en su mano y tambaleándose un poco.

─¡Dahyun! ¿Quién te dió permiso de beber? ─La regañó Tzuyu, quitándole el vaso.─ Tu madre me matará ¡aún somos muy chicas!

─N-no molestes. Ya tengo...─ Comenzó a contar con sus dedos.─... trece, catorce... Sí, catorce.

─Dubu, aún así somos pequeñas. ─La regañó ahora Chaeyoung, a quien le causaba gracia la situación pero sabía que no era correcto.

La dejaron acostada en la cama de Tzuyu y las dos chicas, que aún estaban en su sano juicio, salieron a bailar un rato, evitando pensar en cosas que las preocupaban.

ᴛʀᴇᴇʜᴏᴜꜱᴇ | ᴍɪᴄʜᴀᴇɴɢWhere stories live. Discover now