❄ WINTER ❄

"CAPÍTULO 10"

"UN DÍA AGITADO"

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☆ ☆ ☆

Era un día...        muuuuy aburrido. Izuku había salido con Himiko para hablar de sus vidas y lo que había pasado en estas en los últimos años que no se vieron, por el lado de Hanna-san, ella había asistido a una junta con los accionistas de la gran empresa de la que es dueña y presidenta. Mila experimentaba lo que es el "A-B-U-R-R-I-M-I-E-N-T-O" se encontraba en el tatami acostada con los ojos cerrados y con sus extremidades extendidas (como una estrella ☆) sin saber que hacer para acabar con ello.

—¿Qué le parecería ir por un helado?— comento Viernes

—¿helado?— dijo Mila

—sí, a la cafetería Mega. Usted e Izuku-sama gustan mucho de ir ahí, talvez eso ayude con el aburrimiento— dijo la I.A

—...— lo medito antes de hablar —supongo— se levanto y camino hasta su habitación para ponerse algo "comodo".

Salió con unos Jens, un suéter negro, botines negros, su cabello trenzado siendo cubierto por el gorro del suéter y los lentes con los cristales de un color azulado que ocultaba los hermosos ojos plata de la chica.

—ire en motocicleta— dijo Mila tomando las llaves y encaminarse por el largo pasillo de la gran casona

—<no olvide ponerse el casco antes de irse, Mila-sama>— hablo viernes atraves de su audífono

—claro— dijo la chica

☆ ☆ ☆

La cafetería Mega era muy popular entre las personas de todas las edades por su temática de "Héroes" donde sus empleados se caracterizaban de éstos en especial de los más populares y de aquellos que alguna vez fueron muy aclamados. Se detuvo frente a la acera donde dejó su moto estacionada, entró al lugar llamando la atención de las personas en especial del chico que atendía la barra.

—buenas tardes Barnes-san— hablo animado el chico no mayor a los 18 años

Y como Viernes había dicho, Mila e Izuku frecuentaban el establecimiento, por lo cual ya eran "clientes especiales" un título dado ahí mismo, siendo reconocidos por alguno que otro trabajador del lugar.

—¿Qué deseas ordenar?— pregunto amablemente el chico

—un helado napolitano grande— dijo para después sentarse en una de las sillas que estaban frente a la barra

—¡enseguida!— exclamó él joven y finalizo con una sonrisa

Mila disfrutaba de su pedido hasta que un hombre llegó a la barra, el joven que había atendido se acercó para preguntarle sobre su pediso amable y sonriente. Sonrisa la cual no duró mucha.

—¡¡AL SUELO!! ¡¡TODOS AHORA!!— grito el hombre

Al decir esas palabras otros 2 sujetos que se habían hecho pasar por clientes sacaron sus armas y amenazaron a los clientes que eran desde adultos mayores hasta niños y bebés, era fin de semana por la tarde por lo que había muchas familias ahí.

—el dinero— dijo el ladrón

—¡¿Q-Qué?!— dijo asustado y desorientado chico

—¡¡QUE ME DES EL MALDITO DINERO!!— le grito mientras lo sujetaba de su playera para después empujarlo bruscamente y apuntarle