Capítulo 50

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Caminábamos por las oscuridades del bosque

Escuchamos cómo una ramita cruje y pájaros vuelan

Nos giramos rápido alumbrando con las linternas

- Milana- Susuro

- Sigamos caminando- Habló ella

- Estén atentas.- Dije

- ¡Brunela!- Gritó Agostina- ¡Atrás tuyo!

Aapenas me da tiempo de girarme e intentar dispar, pero recibo un disparo

El impacto me envía hacia atrás hasta que mi espalda choca con uno de los muchos árboles a nuestro al rededor

Rápidamente las chicas se ponen a la defensiva en un circulo, cuidandose la espalda de la otra.

Mientras yo trataba de volverme a parar

Saqué la bala del chaleco antibalas que traía

Ví a uno de los chicos y le disparé

Este por el impacto cayó al piso

Josefina vió a otro e hizo lo mismo

Hasta que las rodearon, le dispararon a cada una de ellas

Sentí pasos atrás mío y al girarme dos tiros me hicieron caer

Las luces de las camionetas a nuestro al rededor se prendieron mientras yo puteaba por lo bajo

Mateo se acercó a ayudarme a parar extendiendo su mano

Alonzo Spallatti baja de una de las camionetas- Estuvieron bien chicas, para la próxima pueden, sólo falta más práctica

- Gracias, pa- Habló Milana

Me saqué el chaleco y se lo di a uno de los que trabajaba para Alonzo

Miré al que me había disparado

- Buona fortuna la prossima volta, fallimenti
[Buena suerte la próxima vez, fracasadas]- Habló

- Fanculo, stronzo
[Andate a la mierda, pelotudo]- Dije.

Él se gira tirando el chaleco bruscamente al piso- ¡Senti ragazza, non chiamarmi stronzo!
[¡Mira nenita, a mi no me digas pelotudo!]

- ¡Ti dico come voglio!
[¡Te digo cómo quiero!]

- ¡Mi rispetti, o rimarrai anche senza madre!
[¡Me respetas, o también te quedarás sin madre]

Me tiro para golpearlo pero Mateo es más rápido y me agarra en el aire

Los que trabajan para Alonzo intentan calmarlo

- Mateo soltame, le voy a desfigurar la cara

Mateo rió y lo miré mal- Cálmate

- ¡Colpiscimi, ragazza!
[¡Golpéame, nenita!]

Extendió sus brazos

- ¡Non provocarmi perché ti spacco la faccia!
[¡No me povoqués porque te parto la cara!]

Alonzo:¡Basta, ragazzi!- Mira a Mateo- Llévatela, yo me encargo de él.
[¡Suficiente, chicos!]

Mateo me llevó a una de las camionetas mientras yo daba patadas en el aire

Él arrancó y los chicos subieron, bajé la ventanilla y saqué la mitad de mi cuerpo

Le saqué los dos dedos del medio y me volví a sentar

- Fuera de lo que pasó recién, me gustó mucho haber entrenado- Habló Agostina

- ¿Nunca lo hiciste?- Preguntó Milana sorprendida

- No

- Pero si tenías un papá mafioso, todos entrenan a sus hijos... Es una tradición

- Nunca fui parte de su mafia para que me entrene- Se encoge de hombros

- Me hubieses dejado que le pegue- Hablé mirando a Mateo

- ¿Seguís con eso?

- ¿No escuchaste lo que me dijo? Se salvó de que ya no tenía el arma en mis manos.

Mafia II|TrueñoWhere stories live. Discover now