Breaking the ice /Park Sunghoon/enhypen/i-land

CAPÍTULO 15

—Pues...

—Sabes que puedes contarme cualquier cosa y que intentaré hacer todo lo posible para ayudarte —Jiu tomó las manos del chico con suma delicadeza esperando a que hablase.

—Mi madre era patinadora también. De hecho, por eso patino. Cuando era pequeño me llevaba a la pista de hielo y nos pasábamos la tarde patinando -al chico se le dibujó una pequeña sonrisa- siempre y cuando no tuviese que viajar por competiciones. Pero un día... Enfermó — la sonrisa de antes se había borrado y los ojos del chico empezaban a rebosar lágrimas de nuevo. —Estuvo medio año ingresada por su enfermedad y cuando pensábamos que lo había logrado... Recayó y los médicos no pudieron hacer nada para salvarla —Jiu que escuchaba al chico no pudo evitar empezar a llorar también. —Justo mañana hará nueve años de su muerte. Mi padre aún sabiendo lo dura que es esta época para mí, sigue presionándome. Se piensa que puede hacer de mi todo un profesional como lo fue mi madre, paga sus frustraciones conmigo. Y... estoy muy cansado Jiu. Con esto no quiero decir que no me guste patinar, de hecho, daría mi vida por el patinaje, es lo que realmente me llena. Cuando estoy patinando siento que soy yo mismo, pero... No me gusta hacerlo por obligación, si patino es porque quiero y me apetece.

—Supongo que has intentado hablarlo con tu padre más de una vez.

—Sí, pero no creas que sirve de mucho. Se pone a la defensiva y no me escucha.

—¿Y la madre de Heeseung? A lo mejor a ella la escucha.

—Lo hemos intentado. Al principio parece que funciona, pero luego vuelve a lo de siempre.

—Con perdón, pero tu padre es un gilipollas —Sunghoon soltó una carcajada por la repentina respuesta de la chica.

—Sin perdón alguno. Es gilipollas —ambos se miraron y rieron.

—Te juro que cuando lo vea —dijo la chica mientras apretaba el puño.

—¿Qué harás? —preguntó Sunghoon esperando alguna respuesta ingeniosa.

—Aún no lo he pensado bien —sonrió la chica.

—Es tarde Jiu -dijo mirando el reloj colgado- te acompaño.

Sunghoon se quitó los patines y los puso dentro de la maleta. Durante todo el camino hacia la casa de Jiu reinó el silencio, ambos estaban sumidos en sus pensamientos, alguna vez sus miradas se cruzaban, pero nada más.

—Jiu... —dijo el chico delante de la casa.

—¿Dime?

—¿Mañana podrías acompañarme a visitar a mi madre? —Jiu no se esperaba para nada aquella propuesta y menos viniendo de él.

—Claro.

—¿Quedamos delante del instituto a las 11?

—Sí, perfecto —en verdad Jiu tenía mucho que hacer el domingo, pero era más importante Sunghoon.

—Hasta mañana.

—Hasta mañana.

...

A la mañana siguiente, sin apenas haber dormido, Jiu se levantó de la cama a las diez, aunque hiciese horas que estaba despierta. Fue al baño para darse una ducha rápida, se vistió y bajó a la cocina donde su familia estaba desayunando.

—¿Te vas? —le preguntó Sunoo extrañado.

—Sí, tengo que hacer un trabajo de historia con Seunghee. Así que hoy llegaré tarde —claramente, la chica no quería contarles la verdad.