CAPÍTULO INÉDITO (Epílogo)

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Se estaba riendo, podía escuchar su dulce voz entre sueños

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Se estaba riendo, podía escuchar su dulce voz entre sueños. Nigel no solía despertarse a mitad de la noche jamás, ni siquiera cuando se excedía algunas horas en siestas diurnas, ¿entonces por qué había cambiado? Greyson se removió sin poder despertarse y soltó un quejido. No era ningún sueño, el bebé estaba despierto y era su deber averiguar por qué.

Greyson sacudió la cabeza, estaba empezando a sudar de la desesperación. Si alguna de las cuidadoras del orfanato escuchaba a Nigel podrían intentar quitárselo de nuevo y no volvería a verlo. Tenía que abrir los ojos. Tenía que despertar.

«¡Despierta, Greyson!» Se regañó a sí mismo en la cabeza y abrió los ojos de golpe. Jadeante se incorporó encima de la cama y miró a su costado derecho. A pesar de la oscuridad de la noche logró distinguir con claridad la silueta de Nigel recostado junto a él, se sujetaba ambos pies con las manos. Una sonrisa se formó en el rostro de Greyson al ver que le bebé estaba bien.

—Nigel, ¿qué haces despierto? —susurró el jovencito con voz melosa al tiempo que acariciaba la pancita de Nigel—. ¿Tienes hambre?

—No —soltó Nigel en medio de sonrisas.

Con seguridad, Nigel se sentó sobre la cama y gateó hasta colocarse encima del cuerpo de Greyson, quien lo sujetó para evitar que se cayera por el borde. El bebé se sacudió antes de extender las manos hacia el frente como si intentara tomar algo con las manos, gesto que Greyson no pasó por alto. El chico se giró hacia el lado izquierdo sin soltar a Nigel y miró con detenimiento a la oscuridad.

Más allá de ver las camas de sus compañeros de cuarto, quienes dormían plácidamente, no había nada más. Con Nigel entre los brazos, Greyson se sentó también. Nigel estaba comportándose de forma extraña, su carita había pasado de tener una amplia sonrisa a una expresión de seriedad, sin desviar la vista de un punto incierto.

—¿Qué estás mirando? —volvió a preguntar Greyson. Nigel todavía no era capaz de hablar con claridad, apenas tenía quince meses de edad, sin embargo podía comunicarse y Greyson confió en eso—. Anda, dile a papi, ¿qué estás viendo?

—Aba. —Las palabras de Nigel fueron casi inentendibles para Greyson, quien trató de agudizar la vista para detectar a lo que se refería.

—¿Aba? —repitió Greyson—, ¿qué es Aba? —Agachó la vista hacia Nigel con una expresión confundida.

Nigel bajó los brazos antes de hacer un puchero con los labios y girarse de inmediato hasta esconder el rostro en el pecho de Greyson. Comenzando a asustarse Greyson cubrió a Nigel con los brazos y besó su cabeza. Cuando se dio la vuelta para recostarlo una vez más a su lado derecho, susurrándole que todo estaba bien, un escalofrío le recorrió la columna vertebral.

—Ustedes siguen —dijo una voz masculina apenas audible en los oídos de Greyson. De golpe el chico se levantó de la cama y Nigel comenzó a gimotear.

—Papi —balbuceó Nigel a punto de soltarse a llorar, de modo que Greyson volvió a recostarse y envolvió a Nigel entre sus brazos.

—Tranquilo, todo estará bien —aseguró con voz firme aun cuando él mismo no estaba seguro de si sus palabras tenían alguna validez. Ante la mirada humedecida de Nigel y su expresión asustada, Greyson lo acurrucó cerca de su pecho y le depositó un beso en la frente—. Papi está aquí.

Greyson no estaba seguro de lo que había sucedido esa noche, si esa voz había sido real o solo una alucinación, o un sueño quizá, ya que a la mañana siguiente Nigel parecía haberlo olvidado por completo; sin embargo había una cosa de la que él estaba seguro: si algo llegaba a suceder, protegería a sus hermanos. Greyson podía no tener más de doce años, pero los amaba lo suficiente como para dar su vida por ellos si fuese necesario, honraría las enseñanzas de Víctor hasta el últimomomento.

 Greyson podía no tener más de doce años, pero los amaba lo suficiente como para dar su vida por ellos si fuese necesario, honraría las enseñanzas de Víctor hasta el últimomomento

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Mami, no quiero dormir [S.O. #2] (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora