Fool |Joel Pimentel.

|Capitulo 20|

Luna|

-No puede ser, ¿es en serio Dana? -la miró Valeria furiosa.

-Ay ya, no te enojes, es una pequeña apuesta -dijo Dana.

Dana apostó con Angie, la primera que se besaba al chico de la barra, ganaba.

Estábamos en un antro.

-¿Pequeña apuesta? Luego no te quejes -le dijo Valeria.

-Cuidadito que te gano -le dijo Angie yendo a la barra.

Angie estaba soltera en éste momento, Zabdiel se fue a Puerto Rico y dejaron su relación, la continuarán cuando vuelva.

Sam estaba a mi lado, triste por Johann, ellos terminaron su relación hace un mes. Y yo apoyándola, como buena amiga que soy.

-¿Quieres tomar algo? -la miré.

Ella negó con la cabeza.
Lidian y Karla estaban bailando, Valeria parada con mala cara mirando mal a Dana.

-Me quiero ir -dijo Sam.

-Yo también -me reí, no tenía ganas de salir, sólo salí porque me convencieron pero me arrepentí.

-¿Nos vamos? -me miró.

-Sí, espera.

Le escribí a Joel, él contestó rápido y paso por nosotras dos.

Pasaron cinco meses desde que regresé con Joel, las cosas iban muy bien, sólo que alguien había inventado que me engañaba con alguien de su trabajo, en verdad no era cierto. Llegamos a la casa de Sam, la dejamos ahí y luego fuimos a nuestra casa, por cierto, ya vivíamos juntos.

-¿La pasaste bien? -me miró, puso su mano en mi pierna y la apretó un poquito.

Él lo hacía siempre y me encantaba que lo haga.

-Sí -respondí.

Él comenzó a acariciar mi pierna y lo miré.

-¿Aquí? -preguntó, estacionó en un lugar oscuro.

-Ay Joel -me reí- Aquí.

Él hizo su asiento para atrás, desabroché su pantalón y comencé dando caricias allí abajo.

En verdad en éstos días estuve con muchas ganas coger, quizá estoy ovulando.

-Ven, súbete aquí -dijo él.

[...]

Amanecí con mucho dolor de cabeza, además hoy íbamos a ir a una cena con los amigos de Joel y pues iban a estar mis amigas.

-Bebé, apresúrate -dijo Joel.

Lo miré, él estaba ya vestido. Muy hermoso con sus rulitos.

-Ay espérate -le dije y me acosté boca abajo.

-Luna, ya levántate -me tomó de los pies y me jaló para abajo.

Me levanté y fuí a alistarme.
Cuando ya estaba lista nos fuimos, todo el camino Joel estuvo quejándose de que yo era súper impuntual.

Cuando llegamos entramos y saludamos a todos.
Almorzamos tranquilos y ya luego Erick llamó nuestra atención.

-Les tengo una noticia que quería compartir con ustedes -dijo él- Ustedes se han convertido como en mi familia, por eso quiero que sepan lo importante que es ésto para mí y mi novia.

-Bueno, ¿y la noticia? -preguntó Chris.

-Nos comprometimos -dijo Lidian- Vamos a dar el segundo paso con Erick después de tiempo de ser novios.

Sonreí, nadie dijo nada literal.

-Felicidades -les dije- Son muy bonitos los dos, me alegra mucho ésta noticia que los hace muy felices a los dos.

-Felicidades y bueno, todo lo que dijo Luna -dijo Richard y reí.

-Que bonito amiga, los felicito, pensé que iba a ser tía -dijo Karla.

-Yo también -dijo Dana y empezaron a reír.

Valeria no asistió, dijo Chris que porque estaba enojada por algo pero él no sabía porque.

[...]

Ya era súper tarde, todos estaban borrachos menos yo. Miré a Joel a mi lado quién estaba pasándola muy bien, muy borracho.

-Mi amor, ¿vamos ya? -lo miré.

-No, un rato más -dijo.

-No Joel, ya te esperé mucho tiempo -le dije, no me hizo caso- Bueno, deja que me voy sóla.

Me puse de pie, me despedí de todos, fui por mis cosas y sentí que me tomaron de la cintura.
Era Joel.

-Vamos reina -besó mi hombro, me separé de él y salí de la casa.

Él me siguió, me quedé parada al auto mirándolo.

Yo no sabía conducir.

-¿Y si mejor vamos caminando? -lo miré.

-No -dijo, me dió una nalgada y me abrió la puerta.

-No seas así, aquí, Joel.

Él rodó los ojos, subí al auto y cerré fuerte la puerta.

Él subió y empezó a conducir, conducía despacio, con precaución.
Cuando llegamos a casa yo fuí directo a la cama, estaba muy cansada.

Él se acostó a mi lado y empezó a tocarme muy cariñosamente.

-Ya duérmete, mi amor, no habrá sexo hoy, estoy cansada -le dije, él me miró como un niño chiquito.

-Ah, pero si tú quieres yo accedo rápido, no es justo -dijo arrastrando las palabras.

-Claro que no es justo, cielo -jugué con sus rulitos.

-Pues entonces si no es justo dame lo que merezco.

-Shhhh, tranquilo -le dije, comencé a pasar mis dedos muy suavemente sobre su cabello muy corto.

-Estoy tranquilo -dijo él, pasó su mano por encima de mi abdomen y luego lo escuché roncar.

Me acomodé y me dormí, éstos días me he sentido pésimo.

Karla|

Miré a Richard, él estaba llamándome.

-Dime -le dije.

Se acercó como para besarme pero me alejé.

-No señor -le dije- Cuando estés sano, veremos, ahora no.

Él me miró con carita de perrito regañado.

-Karla, oye ven aquí -dijo Dana.

Me acerqué y ví a Christopher tirado en el suelo. Me reí porque parecía un loco allí tirado.

Dana se acostó a su lado y Lidian los miraba, se quedó pensando mientras los miraba.

-Dios, no puede ser -dijo Angie- ¿Quién dejó ésto en una olla?

Fui a la cocina y había mucho olor a quemado, salía mucho humo. Tanto que las alarmas del edificio comenzaron a sonar.

Era carne, quemada.

-Ah, yo me olvidé la carne, es que tenía hambre -dijo Lidian y corrió al baño.

Abrimos las puertas y todos los vecinos del edificio desalojaron sus departamentos. Hasta llegaron tres bomberos y una ambulancia. Nosotros bajamos obviamente, Lidian se quedó vomitando en el suelo.

Que caos, no puede ser. Todos los vecinos nos miraban mal cuando dieron que fue una falsa alarma.

Volvimos a subir y Erick empezó a regañar a Lidian, ella había tomado muuucho, por lo cual no le hizo caso a él, se reía.

-Yo ya me voy -dije.

-¿Quieres que te acompañe? -me preguntó Richard y asentí.

Él me llevó a mi casa y después se fue a la suya.

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