Capítulo 4. Collin :p

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No negaré que me tira el ánimo abajo encontrarme con Delilah. Tenía pensado pasar la tarde tranquilo, mejorando mi puntería al arco.

Mientras se levanta me tomo un segundo para mirarla con mayor detalle. Lleva su cabello rubio suelto, adornado con una bandana amarilla y un conjunto deportivo acompaña su cuerpo.

Recojo su pelota de soccer y la posiciono debajo de mi brazo. Ella termina de agarrar lo que se le cayó y recompone su postura.

―No pedí tu ayuda, Satanás ―espeta irritada.

―Hay veces que la amabilidad se me escapa de las manos ―contesto, entregando el balón.

―No creí que la palabra 'amable' estuviese en tu vocabulario. ―Delilah toma la pelota bruscamente y lo coloca debajo de su brazo como yo hice.

―La vida te puede sorprender ―sonrío con suficiencia.

Ella rueda los ojos y comienza a alejarse. Veo que camina hacia la cancha del parque, justo a donde yo me dirijo.

Qué coincidencia más placentera.

La alcanzo y cuando nota mi presencia a su lado, acelera el paso. No dudo en seguirle el ritmo. Hay que admitir que es divertido molestarla así. Pero sé que ella no dejará que la siga irritando. Delilah frena de golpe, haciendo que casi me caiga de cara al pasto. Eso hubiera llenado su corazón de alegría.

―¿Qué quieres, Collin? ―pregunta volteándose, aún más enojada.

―Para tu información, antes de que tu torpeza haga que me detenga estaba en camino hacia el campo.

―Pues lamento informarte que yo estaré usando la cancha.

Frunzo el ceño levemente. ¿Piensa que yo me iré?

―No lo creo.

Suspira y mira al cielo, como pidiendo ayuda a alguien del más allá. Que me pase su contacto, requiero de sus servicios también.

―¿No puedes dejarme en paz una vez? ―bufa.

―Me parece que eso no va a ser posible ―digo, cruzándome de brazos.

―Está bien. Quédate el lugar para ti solo, yo me voy ―se rinde, soltando una bocanada de aire llena de rabia.

Me sorprende que no haya dado una pelea. No me quejo la verdad, no tengo la energía necesaria y ella tampoco parece tenerla.

―Siempre está la opción de compartir, ¿sabes?

―Sobre mi cadáver comparto algo contigo, Satanás.

―Qué pena porque nos espera una larga convivencia ―le guiño un ojo―. Esto es solo el comienzo, preciosa.

Acomoda su bolso y se marcha, dejando la huella de su suela en el césped. De verdad que se molestó. No entiendo por qué tanto odio hacia mí. Yo tendría que estar así. Ella fue quien me cambió. Me desecho como si fuera un pañal sucio.

No vale la pena, que ella haga su vida y yo la mía. Me olvido de Delilah y me preparo para entrenar.

Manos a la obra.

*****

Luego de un par de horas, estoy exhausto. Mi pelo está mojado al igual que ciertas partes de mi camiseta. Creo que es suficiente por hoy. Necesito ingerir algo antes de desmayarme. Pienso en volver a casa pero no tengo ganas de estar con Félix y Tony. No me apetece escuchar sus estúpidos comentarios acerca del fracaso que soy. Además allí tengo la comida limitada. Creen que si no sigo una dieta extremadamente estricta mi rendimiento en los partidos será peor.

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⏰ Last updated: Aug 19, 2021 ⏰

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Conviviendo con el EnemigoWhere stories live. Discover now