I · La sepulturera

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- CAPÍTOL U -

˚ ༘♡ ⋆。˚ ❀ 𝙼𝚊𝚛𝚐𝚊𝚛𝚒𝚍𝚊 𝚐𝚛𝚘𝚐𝚊˚ ༘♡ ⋆。˚ ❀

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—Maldición, y solo estamos a mitad de mes... —_____ cerró su casi vacío monedero—. Ojalá alguien responda al anuncio pronto...

_____ salió de casa para ir a trabajar, pasando por el lado de una farola con un papel que tenía el siguiente texto impreso: "Se busca compañera de piso", y un número de teléfono. Pasó por la plaça de Prim*, y volvió a alegrarse de que su trabajo se encontrara a un cuarto de hora andando de su casa, como hacía cada mañana desde hacía dos años. Siéntete agradecido de las pequeñas cosas, decían.

_____ se lo tomaba muy al pie de la letra, sobre todo trabajando en un lugar como el cementerio. Era cuestión de tiempo que, si trabajabas allí, empezases a plantearte cuestiones sobre la vida y la muerte.

Bon dia* —saludó a unas señoras que cada semana se quedaban delante de la puerta del cementerio con los carritos de la compra, hablando de sus cosas. Las señoras le devolvieron el saludo a la joven, devolviendo la atención a sus cuchicheos.

—¿Te has enterado? Se ha mudado un chico nuevo, me lo ha contado la Mari*, que lo vio desde la peluquería. Claro, como ella tiene la floristería delante, se entera de to' —bajó la voz en tono confidencial.

—Uy, sí, sí, y qué pintas me lleva... Seguro que es un buscapleitos —le respondió la otra señora.


_____ decidió hacer caso omiso de los rumores y críticas de esas señoras. No tenía nada en contra de ellas, pero conocía a ese tipo de gente. Ella misma fue víctima de sus cuchicheos y rumores un año atrás. Aún recordaba oírlas mientras regaba las flores, creyendo que nadie las escuchaba:

>>—¿Has visto a esa chiquilla? Tan joven y trabajando en un sitio de mala muerte.

>>—Nunca mejor dicho —empezaron a reír, y aquellas risas le recordaron a _____ al sonido que hacen las sirenas de policía.

>>—Y encima vive sola. ¿Una mujer viviendo sola? Uy, algo no va bien —negó con la cabeza la señora de cabellos canosos.

>>—Hay que ser muy rarilla para trabajar aquí.


Apartó esos recuerdos de su mente y se preparó para mantener todo el césped, los árboles y las plantas de los panteones y alrededores.

Bon dia, _____ —le sorprendió la voz de Marco.

—Oh, bon dia, Marco —respondió con una sonrisa. Marco era un agradable hombre de cabello rubio, ya en sus cuarenta, que visitaba con frecuencia la tumba de su difunto novio, Ace. Marco y ella se hicieron buenos amigos gracias a que el señor estuvo muy agradecido de que se tomara las molestias de reemplazar las flores y limpiar las lápidas cuando la gente no podía ir a visitarlas.

⚘ Eᒪ ᒍᗩᖇᗪíᑎ ᗪE KIᒪᒪEᖇ  ⚘ (𝓚𝓲𝓵𝓵𝓮𝓻 𝔁 𝓡𝓮𝓪𝓭𝓮𝓻) One Piece AUWhere stories live. Discover now