Cap. 1: Espejo roto.

5K 179 68
                                    

POV Sarada

Me senté en la azotea de uno de los pocos edificios que había quedado en pie, puesto que la aldea se estaba reconstruyendo.

A penas contábamos con le hospital, unas cuantas casas, varios refugios para los aldeanos y un puñado de edificios. Pero con la ayuda de las otras aldeas estamos avanzando rápidamente.

Incluso, un grupo de escultores profesionales de Iwagakure se ofrecieron a tallar la cara del Hachidaime Hokage en piedra.

En verdad que Konohamaru sensei se había convertido en toda una eminencia.

Cientos de personas venían a pedir combatir con él, otros querían ser sus discípulos ¡y hasta algunas parejas comprometidas querían su bendición para la boda!

Lo cual es normal. Luego de ver la batalla que libró con el líder enemigo, se ganó el respeto del mundo entero.

Y no solo eso. Trabajaba día y noche para mantener en pie a la sufrida aldea.

Con tantos destrozos mucha gente había quedado sin trabajo, otros sin familia u hogares. La situación era difícil económicamente. Colgábamos de un hilo. Pero gracias al Hokage la esperanza nunca se iba.

Pero bueno, debí poner mi atención en Mirai, quién por orden del Hokage había ido a buscarme.

Ambas entramos caminando al Palacio Hokage. A decir verdad, me sentía algo rara entrando a ese lugar. Pues allí fue donde yo mat... mejor no quiero ni pensarlo.

Golpeamos la puerta e ingresamos al escuchar la orden.

Mirai se marchó luego de haber cumplido con su cometido de dejarme junto al Hokage.

-Buenas tardes Hokage-sama.

-¿Sabes que puedes decirme Konohamaru o simplemente Sensei?- me decía un poco avergonzado.

-Usted es la máxima autoridad de la aldea y debe ser tratado con el debido respeto.

Mi seriedad no era negociable.

-Jajaja siempre tan profesional... por cierto. Te llamé porque me ha llegado un pedido especial de misión en donde está expreso que quieren a Uchiha Sarada como guardaespaldas. La paga es muy buena y...

-Lo siento Hachidaime. Pero prefiero seguir fuera del trabajo de shinobi por el momento.

Desde lo que pasó en la última guerra, no quiero ni encender mi Sharingan o volver a formar un Raikiri jamás.

-Comprendo. Así lo informaré. Solo recuerda que en cuanto lo desees, puedo volver a darte tu banda ninja y encargarte misiones.

-Muchas gracias por entender Hokage-sama. Pero estoy bien de momento. Si no es por nada más, me marcho.

-¿Cómo te encuentras últimamente?

Se había corrido el rumor de que con lo sucedido con mi familia, el Nanadaime y Boruto, había caído en depresión.

No mentiré. Por dentro estoy destrozada.

Pero no podía demostrarlo.

-Muy bien- dije con una sonrisa falsa.

Era obvio. Con solo ver mis ojeras, la palidez de mi piel o el peso que perdí en tan poco tiempo.

Incluso mi pelo estaba más opaco por no lavarlo como antes. Ya casi ni me bañaba.

BoruSara IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora