El equipo de Mirai había llegado a la coordenada indicada.
Cho-cho: Mhhhh no ve nada más que arena y arena... ¡Y más arena!
Shikadai: Es un desierto ¿Qué esperabas? ¿Un centro comercial?
Cho-cho: ¡Oye! No estaría mal...
Mirai: Chicos. Concéntrence. La entrada al escondite debe estar oculta.
Cho-cho: ¿Alguna idea Shikadai?
Shikadai: Realmente nada. Esperaba encontrar algo más que un llano de arena...- mientras caminaba y rascaba su nuca.
Pero notó que no podía avanzar.
Shikadai: ¿Qué es esto?
Mirai: ¡No puedo mover los pies!
Cho-cho: ¡Arenas movedizas!
La sensei miró para todas las direcciones.
Pero no había nada de dónde aferrarse para zafar.
Cho-cho: ¿Qué hacemos?
Shikadai: Cho-cho, agranda tu cuerpo lo más que puedas.
Cho-cho: Tus deseos son órdenes nene...
Agrandó si cuerpo haciendo que los tres se hubieran aún más rápido.
Mirai: ¡Nos hundimos más rápido!
Cho-cho: ¡¿Cuál es la idea de esto, Shikadai?!
Shikadai: Ninguna. Solo que esperar demasiado para morir es demasiado problemático...
"¡SHIKADAI!" gritaron ambas muchachas antes de que los tres quedaran sepultados en la arena.
-----------------------------------------------------------
Konohamaru: ¡Ya te dije que no puedo encomendarte misiones!Boruto: ¿Por qué no?
Konohamaru: Uno, tienes una pierna rota. Dos, aún no estás preparado luego de tu operación. Necesitas volver a entrenar de a poco.
Boruto: Y dime... ¿Tu necesitabas entrenar para besarte con mí tía?
Hanabi, quien también se encontraba en la oficina del Hokage, activó su Byakugan.
Hanabi: ¡BORUTO!
Konohamaru: ¡Suficiente. No quiero alboroto aquí!
El Hokage estaba completamente sonrojado.
El golpe en la puerta los sacó a los tres de esa incómoda situación.
Eran Ten-ten y Sarada.
Le entregaron el informe al Hokage y planeaban retirarse.
Al menos hasta que el rubio notó el brazo vendado de la Uchiha.
Boruto: ¡Sarada! ¡¿Qué sucedió?!
Sarada: Hubo algunas complicaciones durante la misión. Nada grave- en un tono muy frío y seco.
Luego de ello, las kunoichi se marcharon.
El rubio les siguió el paso, pero simplemente para no quedar a solas con su tía y Konohamaru.
Llegada la noche, estaba en el sofá de su apartamento pensando en hablarle a su amiga.
Boruto: ¡Agggh! ¡Ya no aguanto! Quiero verla.
Llegó a la puerta de la casa Uchiha.
Iba a tocar, pero se detuvo.
La incertidumbre lo carcomía.
![](https://img.wattpad.com/cover/255623972-288-k66464.jpg)