Capitulo 16

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Cuando empecé la historia se me olvidó hacer una aclaración, como ya habrán notado, el titán de Annie, ni el de Ymir han hecho su aparición (no estaba de más decirlo.) Otra cosa que no mencioné es que aquí no está la maldición de los trece años (funcionará distinto) algo que se explicará después.

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Los días siguientes al incidente fueron caóticos, principalmente porque algunos de los heridos sufrieron infecciones. Para sorpresa de muchos, incluyendo a Annie, la primera en recuperarse fue Sasha, quien no presentó siquiera fiebre, solo bastaron dos días para que ella estuviese consiente del todo. Cuando tuvo la suficiente fuerza para hablar, alegó que había sufrido algunas heridas de flecha y eso era mucho peor que cualquier corte.

Quién no corrió con la misma suerte fue Mikasa, la herida en su abdomen se había infectado provocando fiebre muy alta, los primeros días pudieron tener controlada su temperatura con paños de agua fría y algunos antibióticos, pero al cuarto día todo fue peor, la fiebre solo aumentaba y los antibióticos estaban siendo inútiles, la herida no sanaba y Mikasa había perdido mucha sangre, lo que dificultaba su proceso de recuperación.

Al sexto día, la morena había tenido demasiada fiebre, al punto que solo deliraba y sudaba frío, Pieck había dicho que en cualquier momento podría convulsionar y aquello pondría en riesgo su vida. Pero como un rayo de luz, Connie entró corriendo en la enfermería por la noche, su ropa completamente sucia y con una bolsa en la mano llena de lo que a los minutos supo eran hierbas y flores de alguna especie que nunca había visto.

Al principio pensó que eran un obsequio para la castaña, después de todo Sasha y Connie eran de gustos extraños, tampoco es que fuera una sorpresa si el decidía traer aquello como regalo para ella, pero casi al instante vió a Sasha sentarse con ayuda de Armin y de Connie, quien le pasaba los ingredientes y echaba alcohol al plato hondo donde la castaña machacaba sin descanso, bajo la mirada atenta de los presentes.

Sasha le había murmurado algo a Armin, quien fue corriendo hasta la camilla de Mikasa y le entregó una botella de alcohol a la rubia diciendo que tendría que limpiar rápido y aplicarle aquella pasta de color y aroma desagradable directo en la herida.

No lo pensó mucho, ni se detuvo a considerar si aquello empeoraría la situación de la morena, prácticamente no había mucho que hacer y parecía que la castaña sabía lo que hacía.

Annie vió con asombro, incredulidad y mucho alivio como a las horas de haber aplicado la mezcla sobre las heridas, la fiebre había empezado a arremeter considerablemente y al día siguiente Mikasa había despertado por primera vez en siete días, completamente lucida.

Armin se había echado a llorar de alivio en su hombro y ella se lo permitió, solo contuvo sus propias lágrimas por la felicidad de saber que lo peor había pasado. Aunque fue con pocas palabras tuvo que agradecerle a Sasha el que Mikasa se repusiera, muy diferente a Armin que la había abrazado y robado comida a media noche para agradecerle.

Ahora, unos días después casi todos estaban mejor, se encontraban en el patio principal tomando el sol y respirando aire puro por orden de Pieck, quien aseguraba era mejor para ellos estar al aire libre y no encerrados en una habitación.

Aunque estaban en el mismo lugar, ellas estaban más alejadas del resto del grupo que charlaba animadamente, se encontraba recostada a su árbol favorito con la cabeza de Mikasa en su regazo quien tenía los ojos cerrados y parecía tranquila.

Cosa bastante alejada a la realidad, desde que había despertado parecía estar en cualquier otro lugar menos con ella, por las noches despertaba llorando o gritando, la rubia solo la abrazaba sin hacer preguntas hasta que se volvía a dormir.

Una Y Otra Vez.Where stories live. Discover now