Capítulo 30

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Narrador Omnisciente.—

Tres...

El Rey Oscuro está cerca...

Dos...

Y viene por tí...

Uno...

¡Corre querida niña, ya es tarde!

Cero...

No hay lugar al que puedas correr, él igual te encontrará.

Las bestias se liberan en el campo, donde la tierra cubre la huella, donde el viento eleva las hojas y las arrastra hasta las rocas. La oscura tiniebla será el oxígeno, las sombras bailarán al son de sus pasos, se arrastrarán a sus pies, queriendo tenerla y jamás soltarla.

«No todas las cadenas eran visibles, no todos los secretos llegarían a la luz, no toda oveja encuentra su rebaño, y no todo lobo ataca al corazón.

Recuerden que el vacío no espera, el vacío encuentra, atrapa y jamás te abandona.

Recuerden que la oscuridad siempre estará, como un fiel acompañante del abismo y del tiempo, bailando al compás de la muerte y a la espera del olvido.

Recuerden que todo en esta vida conduce a la ley del talión, ojo por ojo, diente por diente, y con esa moneda cobraba el ladrón.

No hablamos de un ladrón del poder, o tal vez sí, pero hablamos de uno mucho peor, aquel ladrón de vida, de luz y salvación, aquel ladrón de almas y fiel guía hacia la perdición, aquella bestia disfrazada de oveja, y aquel que abraza dispuesto a clavar la daga en el corazón.

Hablamos de un mismo hombre, desterrado de su propia sangre, de su propio origen y su única salvación.

Hablamos de aquel que hechiza, atrapa y roba el corazón.

Aquella dulce voz amistosa, dispuesta a cobrarte cada mínima ayuda por interminables deudas.

Aquel que es desterrado, cumpliendo la ley, se encargará de desterrar, y siendo así el último desterrado el que lo ha de acabar.

No todo hombre es de hierro, ni toda bestia es de inmortalidad.

No sólo los errores son para los humanos, ni los humanos para los errores.

Hay mucho más, muchos más, que pagarán sus propias deudas y cuando les toque clamar lo harán, arrepentidos en el interminable llanto de la verdad.

Toda hora comienza y toda hora termina.

Nada es para siempre, o así lo dirán.

Todo lo que está escrito alguna vez se borrará, todo lo que se ha dicho alguna vez se olvidará y todo lo que se ha cometido alguna vez se devolverá.

Ojo por ojo, diente por diente.

Las palabras nunca regresarán, pero los hechos, siempre volverán, aunque el tiempo, siempre se adelantará, pero en la vida, aún más allá de la muerte, todo se ha de pagar.

Porque como siempre se decía, cada mínimo detalle, a la hora del juicio valdrá y se hará realidad.

Decían que no eran responsables de lo que simplemente sucedía, de lo que simplemente debía pasar, pero todo era una farsa, porque eso nunca sería una realidad.

Sin desviar el tema les vengo yo a narrar, lo que en las oscuras tinieblas iba a pasar...

La profecía estaba escrita, y eso que las palabras se olvidarán, pero lo escrito en la vida, nada lo borrará.»

Sonrisa De Mil Demonios Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang