El Silencio Del Amor || Kim SeungMin

♡Extra sorpresa♡

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Un año y medio antes de la muerte de Kim Seungmin.

SooRin estaba mirando por la esquina de la pared apenas para poder observar de lejos al chico que tanto le gustaba, el pelirrojo era una de las personas que más admiraba la muchacha y es que; ¿Como alguien puede aguantar tantas burlas de parte de sus tan ignorantes compañeros de colegio diariamente?

Pues Kim Seungmin, él podía.

Y aunque cualquiera sabía que eso era feo para él, ya se había acostumbrado a eso, pero la muchacha enamorada de él en secreto; no.

Frunció el ceño y se acercó hasta aquellos chicos de un año mayor que ella, quienes segundos atrás estaban molestando a Seung y este tristemente se había dado cuenta de eso haciendo que se largara de aquel lugar rápidamente. Seguramente llorando.

Al caminar lo suficientemente cerca colocó un pie delante de uno de ellos haciendo que éste se cayera, estaban en pleno patio escolar asique todos los presenten vieron aquello. El chico iba caminando primero que sus amigos asique al caerse este hizo caer a los otros tres idiotas.

Todos empezaron a reírse de ellos.

La chica sonrió y se acercó rápidamente vaciando la bolsa de harina que tenía en sus manos encima de los chicos en el suelo. Más risas pudieron escucharse.

- Piensenlo tres veces antes de volver a molestar a Seungmin ¿Listo? -Sonrió con burla y caminó lejos de ellos-.

Ella tenía un cubrebocas y un gorro de invierno en su cabeza asique ellos no pudieron identificar quien era aquella muchacha, además que tenían sus rostros lleno de harina hacia peor su vista.

La chica estaba satisfecha, sacudió rápidamente sus manos llenas de harina y corrió hasta su casillero, tomó una carta y cerró éste rápidamente. Caminó con rapidez por el pasillo y entonces acorralo a uno de los chicos que pasaba tranquilamente; quien sólo quería ir a su clase.

- ¡Oye, oye, Ayúdame!

- ¿A..A qué? -Preguntó nervioso-.

- Dale esto, a..

Terminó de darle la explicación al chico, éste asintió entendiendo y algo extrañado fue hasta donde la castaña le había dicho. Ella volvió a su casillero y se quitó el cubrebocas, el gorro y peino con rapidez su cabello.

Después de eso corrió hasta el lugar donde solía ver a Seungmin cuando a este le molestaban. Logró esconderse y ver como el chico de antes le decía algunas cosas y Seungmin le miraba extrañado, pero luego de que el otro terminó de hablar este cambió su extensión a otra sorprendida.

El chico le entregó la carta y se retiró de allí, Seungmin miró al muchacho irse y luego la carta, abrió este y al terminar de leer sonrió. La chica hizo lo mismo.

Siempre te defiendo, pero eso no tienes porqué saberlo. Pensó la chica.

(...)

  - ¿Puedo saber porqué tan sonriente? -Alzó una de sus cejas confundido-. ¿A caso al profesor de matemáticas se volvió a enfermar y no habrá examen? ¡Qué bueno! -Gritó feliz-. No estudié.

La chica quitó su sonrisa y le miró extraño, rió y aceleró sus pasos.

- No, es algo mejor que eso.

- ¿Mejor? -Soltó sorprendido-. Ahora me dices.

- ¿Qué? Oh, ahm.. -Buscó rápidamente una excusa-. Es que.. ¡Es que saqué buena nota en física! Sí, eso.

- ¿En serio? -Elevó una de sus cejas nuevamente mirándole con fastidio-. Bien por ti, pero pensé que era algo mejor.

- ¡Pecas! -Le golpeó su antebrazo levemente-. ¡Eso es muy bueno!

- Sí, Sí.. Igual te tengo un chisme que-.. ¡SooRin corre, el autobús, nos va a dejar!

- ¡Santa mayonesa!

Entonces aquellos chicos corrieron hasta la parada de autobuses pues el que los llevaría a casa ya estaba estacionado allí y si perdían ese tendría que irse caminando. Era muy graciosa aquella escena, varias personas le miraban extraños y otros reían de ellos.

Y es que aquellos dos mejores amigos corrían por casi en medio de la calle en un atardecer, tratando de detener a un autobús mientras Félix gritaba distintas cosas y Soo no podía evitar reírse de él.

Como siempre, esos dos eran una cosa sería.

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