Herederos ©✔[Heir#2]

Capítulo 35

Nathan

Apreté mis puños una vez que solté a Morgan y la alejé de toda mi familia. ¡Mierda! No quería descontrolarme y menos frente de esta chica porque ella no tenía nada que ver nuestro pasado y mucho menos por lo que le pasó al abuelo. Aún no podía creer que esa escoria se haya acercado a su padre después de tanto tiempo — John mi abuelo —y me enfurecía en demasía saber que estaba más cerca de lo que imaginamos. Jerry Collins, el hijo de puta más grande de la historia estaba en la ciudad ¿por qué? No lo sabía aún, pero ya empezó acercarse a nosotros empezando por el abuelo y temía que Easton fuera el próximo porque aunque era fuerte ese tema estaba a otro nivel para él.

Esa tarde que estuve con Morgan, Easton me llamó y como me lo imaginé él sabía lo que estaba pasando, no era estúpido y lo sabía bien hasta intuía que sabía más que yo y me molestaba que no me dijera lo que sabía.

*— Sabes lo mismo que yo.

Fue su respuesta hace dos días y me molestó la idea de que se marcharía por un tiempo. Al principio creí que de verdad buscaba unas vacaciones pero después de lo que paso con el abuelo comprendí que eso no era así. Easton estaba huyendo y me enfurecía que las personas que tuvieron que estar para él, fueran la causa de sus pesadillas.

Pasé las manos por mi rostro y traté de calmarme. Lo menos que quería eran ir a buscarlo y plantar mi puño en su cara para que se alejará de mi familia de una buena vez. Le hizo daño a mi familia y lo seguía siendo con su propia hijo y padre.

— Nathan — salí de mi burbuja cuando la chica me llamó — ¿estás bien?

No, no lo estoy. Pense.

Pero no te voy a meter en esto, al contrario te voy a sacar antes de que sea tarde y lleguen a ti de una o de otra forma porque intuia quien estaba detrás de aquella llamada y debía encontrarlo.

— ¿Qué haces aquí? —sé que el dolió el tono de mi voz, pero debía alejarla antes de que la usara como anzuelo.

—Y-Yo...— Morgan tomando esa postura desde que la conocía me siguió mostrando que no se estaba opacar por nadie— no te confundas, vine a ver a tú abuelo.

Morgan era una mujer extraordinaria y no tenía dudas en eso. Tenía pocos meses en conocerla pero en ese tiempo me mostró una buena parte de ella y aunque quería volver a sentir aquellos labios que me volvieron locos cuando los tuve contra los mios y su olor quedó marcado en mi cuerpo como mis besos en el suyo, sabía que no estaba bien y no lo decía por el imbécil de James quién aunque sentía me sentía mal a desear a su misma chica quien me dejó meterme entre sus piernas, sino por su propia seguridad.

— Entonces...— hundi mis manos en mis bolsillos — será mejor que te apures antes de que termine el tiempo de visitas.

La pelinegra bufó un idiota el cual en otro momento me habría hecho reír porque ese era su famoso sobrenombre para mí y aunque según ella me maldecía, nunca lo tomé de esa manera, al contrario sentía afortunado al ser solo para mí o eso quería creer. Aclare mi garganta y la deje de ver cuando sus ojos se volvieron a encontrar con los mios. Necesitaba estar firme porque lo que estaba por salir de mi boca no solo era una decisión para su seguridad, suponía que me iba a doler más que a ella.

— Morgan quiero que tengas algo en claro — la miré — sé que no eres de las mujeres se va dañando a su novio — ella se tensó — como también sé que no esperas flores de mi parte...

— No me vengas con tus frases de bad boy porque eso no funcionará conmigo — atacó sin dejar que terminará — se donde me metí y con quién, así que ahórrate no quiero nada serio o no soy hombres de una sola mujer. No soy estúpida así que si vas a decir eso mejor cierra la boca.