Cáp. 26: Acción

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¡Hola!...Espero que estén muy bien, yo ando por aquí medio atareada, con miles de trabajo encima; fue por ello que no pude actualizar el lunes pero como dije anteriormente actualizo en días posteriores eso es hoy... Ahora la cosa es que les agradezco por el apoyo que me han brindado en esta historia... Y sin alargarme mas les dejo la actualización.

- ¡Maldita zorra! - Gruñó lanzando la copa al suelo - Lo atrapó, pero me las van a pagar, ella y ese bastardo

- Vuelve aquí cariño - La llamó el hombre acostado en la cama.

- Déjame en paz - Espetó buscando otra copa mas - ¡Lárgate de aquí!

- ¡Estás loca! - Bramó atrapando la ropa que la mujer le comenzaba a lanzar - ¡Tras de zorra loca!

- Lárgate - Le lanzó uno de sus tacos, pero el hombre ya había salido - Argg...

- Lamento el haberte metido en esto - Dijo entre sus brazos, ambos subían a la azotea del hospital el helicóptero esperaba.

- No me has metido en nada - Aseveró el chico, ella siempre le decía lo mismo - Deja de preocuparte por eso, mejor vamos a casa, a nuestra habitación, a dormir un poco...

En cuanto subieron a la azotea el ruido del helicóptero llegó rápidamente a ellos. Caminó con ella en brazos, la sentó dentro y puso los audífonos para mitigar el ruido y luego se sentó junto a ella. Una vez que se elevaron la chica se aferró a el, la idea de volar en esa cosa no era de su agrado.

- Hubiéramos podido salir por tierra - Dijo mirando hacia abajo, aunque mas hablando para ella porque con el ruido estaba segura que...

- No te iba a poner en riesgo - Aseguró Inuyasha, y su voz la escuchó en los audífonos que usaba, oh ya entendía - ¿Acaso te da miedo? - Preguntó con burla.

- No molestes - Le golpeó el pecho.

- Ya, ya era broma - Pasó una mano por los hombros de ella y la acercó a su pecho.

- Señor, llegaremos en minutos - Anunció el piloto.

Cuando finalmente estuvieron en tierra, ambos entraron en la casa donde Kaede y Souta los esperaban viendo la televisión, pues su noticia era lo que pasaban.

- ¡Llegaron! - Exclamó Souta.

- ¿Estas bien? - Preguntó la anciana.

- Si, Kaede estoy bien

- Debes estar cansada, nosotros nos vamos a dormir, avísenle a la madre de Kagome y a Miroku que llegamos bien - Pidió Inuyasha subiendo con Kagome

- Ahh, hoy fue un día largo - Suspiró Inuyasha quitándose los zapatos y recostándose en la cama con Kagome a su lado.

- Demasiado - Bostezó recostándose en el pecho de él, habia dormido en el hospital pero aun estaba cansada.

- ¿Quieres comer algo?

- Pues... - Lo miró a los ojos y lo besó - Tal vez...a ti...

Los labios de la chica se apoderaron de los suyos, posó sus manos en la cintura ya casi imperceptible y la acostó en la cama, posándose sobre ella, sin presionarle el vientre, no iba a lastimar a su bebe. Las manos de ella juguetearon bajo la camisa que el usaba hasta que finalmente la subió para quitársela. Sus manos recorrieron la fornida espalda de el, cada uno de sus músculos pasaron por sus manos a medida que se tensionaban y el la devoraba con sus besos.

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