2. Seamos Amigos

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KyuHyun salió de su casa con un solo pensamiento: ayer estaba ebrio. Esa era la única explicación posible para haber pensado tantas cosas de JongWoon la noche anterior. Tenía que ser eso.

Nunca se había fijado en Kim de otra forma que como un compañero, incluso como un sunbae que lo había ayudado más de lo que había esperado. Era imposible que tan solo en una noche todo eso cambiara y por un poco de maquillaje. Así que cuando salió de su casa se repitió hasta el cansancio que habían sido las bebidas de la noche anterior, aunque no hubiesen tenido ni gota de alcohol.

No obstante, cuando estuvo a una cuadra del restaurante donde JongWoon le había indicado, su corazón se saltó un latido y los nervios lo atacaron.

No puede ser… —masculló parqueándose frente al lugar.

Se quedó dentro del auto unos momentos, respirando. Inhalando y exhalando. Inhalando y exhalando una vez más. Y sus nervios igual de alborotados. Bufó molesto consigo mismo y salió del vehículo. De haber sabido que estaría tan nervioso por un almuerzo hubiera dicho que no desde el principio.

Hizo todo lo posible para mantenerse calmado hasta llegar a la puerta y continuar así a la mesa donde estaba el mayor. Lucía como el JongWoon de siempre, como el que no era más que un sunbae/compañero y que no le provocaba nada. Nada hasta que le sonrió y KyuHyun perdió la poca calma que había ganado.

KyuHyun, tranquilízate.

JongWoon se puso de pie para saludarlo aunque KyuHyun trató de persuadirlo que no lo hiciera.

—No creí que llegarías puntual —comentó el mayor.

—Soy una persona puntual —replicó KyuHyun a la defensiva y el ceño fruncido.

Kim rió por lo bajo, provocando que KyuHyun elevara una ceja.

—No lo decía por eso. Es solo que a las pocas personas a las que les he indicado este lugar terminan perdidas.

—¿Pocas personas?

JongWoon hizo un sonido de afirmación.

—A muy pocos les he hablado de este lugar y les he pedido que vinieran. Te lo envíe a ti porque pensé que podrías apreciarlo, tal vez tal como yo lo hago.

Eso no se lo esperaba. Nunca. Jamás.

No.

Kim JongWoon era más peculiar de lo que pensaba, y estaba comportándose de una forma que no imaginó lo haría. Además, todo eso que le estaba diciendo estaba confundiendo a su cerebro, porque era obvio que no se lo decía en plan de algo más que colegas/compañeros/amigos/conocidos. No se salía de ese contexto.

¿Verdad que no?

—¿Y por qué aprecias este lugar? —interrogó queriendo cambiar de tema.

—Primero que nada porque unos amigos míos son los dueños —confesó con una sonrisa.

KyuHyun cerró los ojos en un intento por contener su risa. No pudo, y terminó riendo junto al mayor.

—Y segundo, porque este lugar se siente como si fuera un hogar. ¿Puedes sentirlo?

El menor parpadeó un par de veces antes de mirar alrededor. El ambiente era agradable, y el lugar tenía colores cálidos. Las conversaciones no eran tan altas por lo que un suave murmullo era lo que se escuchaba de las mesas cercanas. Todo era tranquilo y pacífico y sin lugar a dudas se sentía como un hogar. Un hogar acogedor.

—Lo hago —susurró sin notarlo.

Entonces centró su atención en la mesera que se acercó a ellos para tomar sus órdenes. KyuHyun no estaba seguro de qué pedir considerando que el precio de la comida era alto y él no había llevado tanto efectivo. Había decidido no dejar pagar de nuevo a JongWoon por lo que le pidió ayuda para escoger. No supo si la sonrisa del mayor era suave o condescendiente, pero lo ignoró. Notó, en cambio, que no parecía cercano a la mesera mas no hizo preguntas.

Finally // Beautiful Stranger | YeHyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora