V E I N T I O C H O

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Theo también faltó a clase al día siguiente. Le había enviado mensajes de texto, pero ese fue el único contacto que tuvimos. Al día siguiente, sólo asistió a sus clases de la tarde. El viernes, vino todo el día. También había estado ausente en el trabajo, retirándose a la comodidad de su propia habitación cada día. Su familia no lo presionaba, parecía que sabían aflojar las riendas a su alrededor cada vez que experimentaba uno de sus episodios.

No estaba seguro de cuánto duraría, pero esperaba que terminara pronto. Incluso sus mensajes parecían tristes. Pero al menos se lo tomaba con calma; dormía la siesta constantemente, dejaba de lado su trabajo y abandonaba sus tareas escolares. Sabía que se esforzaría demasiado en cuanto se sintiera mejor, tratando de recompensar su descanso. Pero, por ahora, estaba haciendo bien.

No lo había visto mucho en la escuela, simplemente me había cruzado con él en los pasillos y le había dado sonrisas enteras, ganándone a cambio un tímido destello de alegría. Iba a ir a su casa esta noche. Habíamos hablado de ello a principios de semana, pero no estaba seguro de si lo recordaría. En cualquier caso, necesitaba verlo.

Justo cuando salía de la escuela después de un largo día de clases, alguien me agarró de la muñeca y me hizo retroceder. Supe de inmediato de quién se trataba, arrancando un suspiro de entre mis labios. "¿Qué quieres?" exclamé con pereza, dándome la vuelta para ver los ojos color ámbar de Tommy, que me observaban con curiosidad. Había evitado a mis amigos esta semana, limitándome a solo ir a la biblioteca en un intento de adelantar los deberes. Eso no era propio de mí, pero no me importaba.

"¿Podemos hablar?"

"¿Sobre qué?" Crucé los brazos sobre mi pecho de forma confrontativa.

"De ti." Respondió abruptamente. "¿Por favor?"

Dejé escapar un suspiro dramáticamente extendido y moví la cabeza en dirección al estacionamiento. Él m siguió por el pasillo, salió de la escuela y entró en mi jeep. Una vez sentados el uno al lado del otro, me giré para mirarlo, "¿Qué?" le pregunté bruscamente.

"¿Estabas muy desesperado y no había ninguna chica cerca? ¿Por eso dejaste que te la chupara?" Preguntó al instante, las palabras saliendo de su boca tan rápido que empezaron a caer unas sobre otras.

"No." Le contesté sin rodeos. Sería fácil darle la razón, negar que había algo entre Theo y yo, pero me estaba hartando de mentir. No me avergonzaba, ya no me asustaba la verdad.

Él frunció el ceño, "Entonces, osea...¿ahora te...te gusta eso?"

"¿Eso?" Levanté las cejas con curiosidad.

"Los chicos." Susurró como si se tratara de un gran secreto, que técnicamente lo era. "Sexo con chicos."

"Todavía no hemos tenido sexo." Dije simplemente. "Pero sí, me gustaría."

Él me miraba, completamente estupefacto, como si me hubiera crecido una segunda cabeza. "Entonces, ¿ustedes dos son como...como lo que tú y Sam solían ser?"

"No." Sacudí la cabeza. "Sam era una amiga con beneficios. Theo es mi novio."

Si antes no parecía totalmente perdido, ahora estaba completamente desconcertado. Su cara se quedó sin expresión, sus cejas se juntaron en un ceño apretado. "¿Tu...tu novio?" Repitió. "¿Eres gay?"

"No soy gay." Le corregí. "Aparentemente tampoco heterosexual, pero no gay."

"¿Bi?"

"No lo creo."

"¿Entonces...?"

"¿Eso importa?" Me quejé. "Soy feliz, Tommy."

"¿Lo amas?"

El Chico Holandés [BxB]Where stories live. Discover now