II

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Años atrás

Ambos jóvenes estaban acostados en la hierba mirando como tiritaban las estrellas en ese inmenso cielo, Grace tenía la cabeza encima del abdomen del baterista flacucho quien con sus largos dedos masajeaba delicadamente el sedoso cabello negro de la joven.

—¿Crees que alguna vez terminemos, Tom? —la dulce voz de la chica despertó al baterista de una ensoñación.

—Desearía que no nena, pero ¿por que lo dices? —elevó un poco su cuerpo poniendo sus largos brazos como apoyo, sus ojos cafés se encontraron con lo ojos color avellana de su novia- Si estoy haciendo algo mal, dímelo para cambiar mi amor.

Una tierna risa se escapó de los labios de la joven, el baterista hacia todo bien, era detallista, amoroso y hacia las cosas siempre pensando en su novia, tomándola ya como parte de su vida.

Al notar que todo estaba bien, la chica jalo delicadamente su cuello para poder alcanzar sus labios.

Actualidad

—Creo que estoy enamorado Grace —las palabras del baterista hirieron el corazón de la chica mientras que él se sintió aliviado al habérselo dicho.

—No lo estás...

—¡Si lo estoy! —elevó la voz.

—Solo es una ilusión, Tommy por favor —suplicó la chica y cogió el rostro de él con ambas manos para que la mire.

Tommy no pudo hacerlo, sus ojos no querían ver la desesperación que comenzaba a crecer en su novia, no quería sentirse culpable, él solo hacía caso a su corazón.

—Solo estás confundido yo lo sé.

Los ojos de la muchacha rebosaban en lágrimas, cayendo una a una.

—Grace me diste tanto amor...

—No quiero estar sin ti.

Un sollozo resonó en toda la silenciosa habitación, ella tenía el corazón hecho añicos, y rezaba internamente para que el baterista cambiará de opinión.
Tommy intentaba calmar el llanto de Grace pero este resultaba imposible. El baterista se separó y miro a mujer, su rostro estaba rojo por tanto llanto.

—Nena, sabes que podemos ser amigos.

—¿Amigos? —la pelinegra se exaltó— Dime qué hago con todo lo que siento. Tommy, te amo, eres mi vida, sin ti siento que muero, me siento mutilada.

—Grace no creas que yo estoy feliz con esto —la chica soltó una risa— Estoy perdiendo a mi mejor amiga.

—Tommy puedes pensarlo y podemos volver a intentarlo —ella busco desesperadamente sus manos. Él negó con la cabeza.

— No hagas esto tan difícil.

— ¡Carajo! ¿Que hice mal?

—No hiciste nada mal —alzo su mentón para poder mirar sus ojos avellana inyectados en sangre, ¿realmente iba a terminar con aquella chica que lo amo a pesar de todo, que nunca le mintió ni una sola vez y que fue su soporte en las buenas y en las malas?— Son cosas que pasan, nosotros no elegimos de quién enamorarnos.

La chica suspiro, intentaba asimilar que él ya no estaría a su lado aunque doliera.

—Nunca imagine mi vida sin ti, desde que te conocí no hubo día que dejará de pensar en que llegaríamos a amarnos hasta viejos.

El baterista dudaba al escuchar sus palabras y le comenzaba a pesar todo el dolor que le estaba causando a la chica. Cuando él vio a Heather por primera vez se sintió hipnotizado por sus ojos color cielo, su figura y lo guapa que era, de inmediato dejó de pensar en que alguien lo esperaba siempre, poco a poco dejó de sentir lo mismo que ella sentía por él, amor, un amor que la chica consideraba algo divino, algo inigualable, un amor que hacía latir su corazón con fuerza.

Ella comenzaba a resignarse, le dolía pero no quería rogarle más a Tommy, no lo merecía, si él ya no la quería entonces ella a él tampoco. 

Tommy intento besarla pero ella lo detuvo, no quería sus labios en los de ella sabiendo que ya había probado los de Heather.

Heartbreak (Tommy Lee)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora