FELICIDAD MOMENTANEA III

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Rafa se acercó a mí con lentitud y paso firme. Me apuntaba con la pistola y una extraña sensación recorrió todo mi cuerpo de arriba a abajo, una extraña sensación de miedo pero a la vez alivio. Porque era a mí a quien apuntaba Rafa y no a Eva.

-¿Crees que estoy loco? -Le contesté diciéndole que sí con la cabeza. Pero aquel gesto mío pareció enfurecerlo mucho más. -Te crees muy gracioso, mucho. Puede que pienses que el amor es suficiente para vivir en esta mierda de vida, pero no es así. Yo tengo que defenderme contra los que me arrebatan cosas o se interponen en mi camino. Al igual que hice con Ariadna, me la he quitado del medio en cuanto he podido. Ella... No me servía de nada. Y cuando algo no me sirve... Lo destruyo. -¿Ariadna? ¿Había matado a Ariadna? No podía creérmelo y sin embargo sabía que era verdad, sus diabólicos ojos no mentían. -¿Qué pasa? He estado llamando a Eva todo el día, pero no cogía el móvil. Supongo que estaríais haciendo manitas por algún parque alejados de todo el mundo.

-¡Rafa! Abrid la puerta, por favor. Por favor... -Ahora eran los llantos de Eva los que provocaban dolores agudos en mi cabeza.

-¿Quieres que la deje entrar? -¿Aquello era una pregunta con trampa? Le dije que no con la cabeza desesperadamente.

-No, no le abras la puerta. Esto lo vamos a arreglar tú y yo.

-Y yo. -Anaju apareció detrás de Rafa y se puso a su lado, observándome con cara triunfante. -¿Tienes miedo, Hugo?

-No tengo miedo por mí. -Miré de reojo a la puerta que no paraba de vibrar a causa de los golpetazos que Eva daba en esta. Es ahora cuando me di cuenta que me había quedado casi sin voz, sonaba como un niño pequeño a punto de perder lo que más quiere. Anaju comenzó a aplaudir irónicamente y Rafa compuso una sonrisa de medio lado mientras seguía apuntándome con la pistola.

-Abre la puerta, Anaju. Veamos si Evita es tan valiente de seguir dando portazos en cuanto vea como tengo acorralado a su amorcito. -Anaju se quedó por unos momentos parada, como ausente, sin saber qué hacer.

Pero no tardó demasiado en coger las llaves que tenía en su bolsillo y meterla en la cerradura. Yo cerré los ojos esperando una bala dentro de mí en cuanto Rafa me cogió por los hombros, me empujó contra la pared y me puso la punta de la pistola en la frente. Yo tragué saliva, mientras esperaba que todo aquello fuese un sueño o que al menos Eva no me hubiese seguido hasta aquí. Aunque todos mis deseos se desvanecieron en cuanto vi a Eva entrar por la puerta con el semblante cansado y lloroso. Tenía los mofletes y los ojos rojos de tanto llorar. Al ver que se movía con paso lento, Anaju la cogió por el brazo y la empujó hacia dentro de la habitación. Yo intenté zafarme de Rafa al comprobar cómo Anaju había tratado a Eva, pero éste me pegó una patada en el estómago y caí al suelo de rodillas, estaba totalmente dolorido, al menos psicológicamente. Eva me miraba con el terror en sus ojos y enseguida quiso acercarse a mí, pero Rafa me empujo a un lado e hizo lo propio con Eva. Esta cayó al suelo y se dio un golpe en la cabeza.

***

Me levanté del suelo con las manos en la cabeza, la cual me daba vueltas del golpe tan fuerte que me había dado. Deseaba con todas mis fuerzas que todo lo que sucedía a mi alrededor en aquel instante fuera una pesadilla de la cual despertaría una vez finalizado mi sueño. Pero... Aquello era verdad... Como la vida misma. Rafa apuntaba con la pistola a Hugo y Anaju me sujetaba por los hombros. Estaba completamente mareada aunque sabía que no era solamente por el golpe sino por el embarazo. Me habían entrado arcadas cuando había seguido a Hugo y ahora me dolía la barriga y tenía ganas de vomitar. No tenía fuerzas como me había pasado cuando estaba embarazada de Aria y Carlitos. Ya me dijeron los médicos que podía ser peligroso...

-Rafa, por favor... Déjale en paz, él no tiene nada que ver con todo esto. Apúntame a mí con la pistola, pero no a él... Por favor. -Escuché a Anaju reírse por lo bajini y Rafa hizo lo mismo.

-Hugo me dejó por ti, él también tiene que pagar por todo esto. Solamente sois dos pedazos de mierda que no saben tratar a las personas como se merecen. Ahora quiero que sufráis.

-Por favor... -Supliqué de nuevo mientras entrecerraba los ojos. -Hacedme lo que queráis a mí, pero a Hugo dejadlo. Os lo suplico.

-¡No! Por favor, no le hagáis caso. Yo soy a quien queréis, ¿no? Pues aquí me tenéis. Dejadla en paz, por favor. -Miré con rabia a Hugo. Prefería morir yo antes que verle morir yo a él.

-Anaju, creo que voy a potar. ¿De verdad sois capaces de sacrificar vuestras vidas el uno por el otro? -Hubo un silencio por parte de Hugo y mío, cosa que dio respuesta a la pregunta de Rafa. -De acuerdo, he decidido a quién quiero matar porque solo voy a matar a uno... Para que el otro sufra de por vida. -Vi el rostro de Anaju que esperaba expectante. Hubo unos momentos tensos, pero no pasó mucho tiempo para que pudiera respirar con tranquilidad al ver como Rafa apartaba la pistola de Hugo y me señalaba a mí con ella. Suspiré aliviada. Antes prefería morir yo... Sinceramente, una vida sin Hugo... No era una vida.

-No te soporto. -El retintín de sus palabras fue lo último que escuché antes de que cerrara los ojos con fuerza, una lágrima se me escapara y escuchara el disparo.

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Es cortito pero... 💥
Os leo♥️

UNA SEGUNDA OPORTUNIDADWhere stories live. Discover now