17. Verdad

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Winterfell
17/08/2017

Sus pies se movían por sí mismos mientras se paseaba por los pasillos de la enorme fortaleza ancestral de su familia. Observo los retratos a su alrededor. Pinturas viejas, rostros de los hombres que habían forjado los cimientos de la nación. Una nación perfecta, ordenada y sometida al completo terror de sus gobernantes.

En su mente, la decisión de alejarse de esta tierra maldita había sido la mejor que había tomado jamás. Él había conocido el mundo, nuevas culturas y nuevas personas. El saboreo la libertad por primera vez y no podía tener suficiente de ella.

Su mirada se detuvo frente a una de las pinturas más antiguas del castillo. Un retrato del rey Aegon VI. Había estudiado la historia de Aegon cuando iba a la escuela.

Un Targaryen oculto entre los lobos.

Un héroe de guerras.

Un rey.

Un traidor.

La pintura no podía hacerles más justicia a sus rasgos del norte. El rey Aegon era un Stark y lo fue hasta su último aliento miserable en el exilio. Esta había sido una de las historias para dormir que su madre les contaba. La gran guerra, los dragones, lobos y la magia antigua que alguna vez rigió el país.

Los niños adoraban la historia. Sin embargo, Jon no podía sentirse más disgustado de su parecido con el rey Aegon. Solo había unas dos pinturas del rey Aegon en el mundo. Una estaba en Winterfell y la otra estaba en algún lugar de Dragonstone.

Él había visto en libros el retrato de la reina Daenerys y el rey Aegon. Era un trabajo impecable que mostraba perfectamente sus rasgos faciales. Conforme Jon crecía, el parecido solo creció con él. A la edad de la adolescencia ya había estado conforme con ese hecho.

Sus ojos seguían en la pintura cuando escuchó pasos detrás de él.

-No pensé que volverías después de la última vez.

Jon ladeo la cabeza y frunció el ceño.

-No volver jamás es mi único deseo, padre - Dijo Jon - Pero supongo que cuando envías hombres a arrestarme en mi propia tierra me veo en la obligación de hacer una visita.

-La ley es la ley - Dijo Ned.

- ¡A la mierda con tu ley! - Dijo Jon en voz alta - ¡Yo soy tu hijo!

- ¡Estoy intentando protegerte! - Dijo Ned - Lo que hiciste. Escapar, casarte con una mujer extranjera y concebir un bastardo...

- ¡No te atrevas a llamar bastardo a mi hijo! - Interrumpió Jon.

-Hice todo lo que pude para evitar que esto se saliera de control. Las condiciones establecidas en el juicio son tu única oportunidad para evitar una guerra.

Jon apretó las manos como muños y se acercó a su padre. Su rostro envuelto en odio, ira y dolor. Cada una de sus emociones se desbordaba de su cuerpo inevitablemente.

-No tengo miedo de ti - Dijo Jon -No tengo miedo de ninguno de tus señores.

Ned observó a su hijo. Jon siempre había tenido un carácter bastante fuerte en comparación a sus otros hijos. Pero jamás pensó que encontraría una mirada completa de odio hacia él.

-No puedo protegerte - Dijo Ned - Los dos estarán en constante peligro a partir de ahora.

Jon bufo con una sonrisa.

CaosWhere stories live. Discover now