47. Juego

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Winterfell

07/07/1995

Durante los últimos meses del año la nieve parecía caer con mayor constancia en el norte.

El frío aumentaba poco a poco. Las hojas comenzaban a caer de los árboles y eran reemplazadas por el magnífico manto blanco sobre las delicadas ramas.

Era como si el mundo se adornará como el cielo.

Cuando el invierno se acerca era la fecha favorita del año para ella. Las personas comenzaron a visitar Winterfell, visitantes de lugares extraños, entusiastas por la belleza del invierno.

Durante esta época del año, Lady Lyanna solía tener mayor libertad, gracias al gran número de personas que transitaba por el castillo, era más fácil escabullirse entre los desconocidos.

Esa mañana no había sido diferente.

Un grupo enorme de turistas había recorrido las alas en un tour privado a primera hora de la mañana, lo que le permitió dejar los muros hacía el bosque de dioses.

A lomos de su caballo, la joven dama paseó entre los caminos y los árboles. Montar a caballo era una de sus actividades favoritas, incluso cuando su hermano podría llegar a pensar que era inapropiada para ella.

Lyanna solía hacer muchas cosas que eran consideradas inapropiadas para una dama tan joven. Todos esperaban que fuera perfecta, solo sonrisas, falsa modestia y amabilidad en cada encuentro.

A lo que esa clase de comportamiento refiere, Lyanna había llegado a pensar que era un completo fracaso como dama de la corte. Sin embargo, después de lo que sucedió el día de la unificación, ella se había convertido en la envidia de toda dama en Westeros.

Para todo el país había sido un mensaje claro.

Rhaegar le había dado su corazón y ahora el público esperaba ansioso la noticia de un compromiso.

Al menos eso esperaba el público, en privado la situación era diferente. Rhaegar no había mencionado nada acerca del suceso. Ella sabía que Rhaegar era bastante tímido, y si bien ambos se sentían cómodos en la compañía del otro, era demasiado pronto para un matrimonio.

Lyanna escuchó un ruido entre las ramas, por lo que detuvo su caballo junto a un pequeño arroyo.

Entre los arbustos, noto una pequeña bola de pelo color blanco que se escondía asustada. Ella se acercó suavemente a la criatura para no asustarla.

Pronto se dió cuenta que era un lobo, con el pelaje tan blanco como la nieve misma y los ojos de color rojo. Ella acercó la mano hacía el cachorro lentamente y acarició su cabeza.

- ¿Qué estás haciendo aquí solo? - Preguntó suavemente - Tu mamá debe estar cerca...

Lyanna intentó tomar al cachorro, pero el ruido de otro caballo terminó por espantarlo y el lobo desapareció entre los arbustos.

- ¡¿Qué crees que estás haciendo aquí?!

La joven se levantó y se limpió las manos con la ropa antes de voltear hacia la persona detrás de ella.

- Intentaba tener un momento a solas - Dijo Lyanna disgustada - ¿Acaso no tienes una novia o una esposa? Debe estar disgustada.

Jory bufó.

- Lord Stark no estará felíz de saber esto.

Lyanna se cruzó de brazos.

- Espero que no olvides tu lugar, Jory - Dijo Lyanna - No puedes ordenarme nada. Si mi hermano quiere que vuelva entonces dile que venga el mismo.

CaosWhere stories live. Discover now