Caos

28. Tormenta

Dragonstone
14/02/2007
2:30am

La isla de Dragonstone.

Una isla ubicada en la Bahía de Blackwater, creada en la cumbre de un volcán inactivo.

Enormes riscos de rocas que se alzan a cada lado de la isla y se convierten en un asentamiento casi aterrador.

Dragonstone no era una ciudad bulliciosa como King 's Landing, sin embargo, La Isla se había convertido en una gran atracción turística con el paso de los años, gracias a que conserva gran parte de su esencia Valerya.

Las personas que ahí vivían, eran los únicos que compartían genes Valyrios. Aquellas características físicas puras se habían perdido con el tiempo, sin embargo, los ojos color violeta y el cabello plateado no eran de extrañar en este tiempo.

Estas personas podían jactarse de tener una gran calidad de vida, viviendo bajo el cuidado de la casa Targaryen.

Los targaryen eran los únicos poseedores de minas de cristal de dragón en todo Westeros, por lo que gran parte de los habitantes de la isla habían encontrado un empleo cómodo y bien pagado en la compañía.

La ciudad estaba a unos cuantos minutos de distancia en auto, sin embargo, las carreteras en la isla podían ser demasiado peligrosas cuando una tormenta azotaba el cielo.

Esa noche las nubes grises cubrían el brillo de la luna, adornando el mundo con una inmensa oscuridad y el estrepitoso sonido de los truenos.

Solo los rayos alumbran la oscuridad esa noche.

Sin embargo, esa noche Daenerys estaba escondida en una esquina del castillo como consecuencia de una tormenta completamente diferente.

Una tormenta que se llevaba a cabo en una de las habitaciones cercana a su dormitorio.

Pasar demasiado tiempo sola en el castillo le había enseñado que siempre y cuando se quedara en un lugar seguro, la tormenta no iba a lastimarla.

Por otro lado, esa esa noche pareció todo lo contrario. Habían dos tormentas esa noche y ella se podía escapar de una sola.

Daenerys abrazó sus piernas y enterró la cabeza en sus brazos mientras intentaba contener las lágrimas.

Era demasiado tarde, y con las circunstancias nadie se atrevía a mostrar el rostro cerca del área residencial del castillo.

Pero esa noche, no todo el mundo estaba asustado. No aquellos que habían nacido entre la tormenta y se habían levantado entre truenos y centellas.

-¿Que estás haciendo ahí?

Daenerys levantó la cabeza.

Su hermano mayor la estaba observando con el ceño fruncido y los brazos cruzados frente a su pecho.

-Yo... No... No podía dormir.

Él suspiró.

- La tormenta... Me asusta.

Él puso los ojos en blanco y luego se arrodilló para estar al nivel de ella.

-¿Dónde está tu niñera? Ella debería estar cuidando de tí.

Daenerys solo encogió los hombros.

Él bufó.

- Le diré a padre que la despida... No es tan difícil cuidar a una niña tan perfecta como tú.