Créeme, porfa#2 |𝘁𝗲𝗿𝗺𝗶𝗻𝗮𝗱𝗮|

17

Termine de armar mi carpa después de una hora weon, pero es porque he estado distraída.

Este no es el mismo lugar, es el mismo bosque, pero no donde estaba en mi sueño..

—¿Aún no inflas el colchón?—me preguntó el Pedro

—No, pero tengo toda la tarde.—le resté importancia y me senté en el suelo

—¿Que te pasa?—se agacho y puso su mano en mi hombro

—Nada, solo que el Pato me despertó muy temprano y por eso ando aweona.—solté una risa nasal

—Te voy a creer, igual si necesitas cualquier cosa me avisas nomas, yo estaré para lo que querai'.—me sonrió

—Gracias.

—¿Quieres que te ayude a terminar de ordenar tus cosas?—se ofreció

—No, tranqui, si yo puedo sola.

Me paré del suelo para ir a buscar la caja del colchón y sacar la wea, ahora llego el Toño.

—Yo quiero inflarlo.—dijo como cabro chico

—¿De verdad?

—Si, ya po déjame inflarlo porfa.

—Bueno, si tú quieres.—me encogí de hombros y suspire

Mire hacia donde está la Jesús hablando con la Martina y la mirada de odio de la última mencionada, me dio miedo weon, ¿que wea?

Deje de mirarlas para mirar al Toño que está entrando el colchón a la carpa, culiao makina.

—Listo.—me sonrió

—Gracias.

—¡Oe Toño ayúdame que se me está quemando el arroz!—grito el Pedro y no faltaron los que los empezaron a webiar

Me metí a mi carpa y dejé mi mochila a un lado del colchón, me estire en el colchón inflable y suspire.

Me siento fuera de lugar aquí.

Creo que haber venido fue la peor decisión que pude tomar.

✨

—El viento está terrible fuerte, no creo que sea buena idea hacer fuego ahora.—dije

—Tiene razón.—me apoyó el Ulises

—Pero hace frío.—se quejó la Martina y bufo

—Ya, si no creo que un poquito de fuego haga mal, ademas estamos de previa para el cumpleaños de la Isi po, no se preocupen por weas.—dijo la Kim con cierto sarcasmo y se rio

—Un incendio no es cualquier wea.—contraataque

—Dejen de discutir y pasémosla bien así, sin fuego para que no hayan accidentes.—dijo la Isi y sacó de una mochila un whisky

Empezamos juerte.

La Isi destapó la botella y se la empinó así nomas, whisky puro.

—El que corte la cadena tendrá que dormir a un kilómetro más allá.—propuso la Martina

—Retos culiaos weones.—se burló el Pato

—¿No te da miedo que te salga Ben?—le pregunte

Se formó un silencio y el Pato me miró con el ceño fruncido.

—¿Te sabes la leyenda?

—No toda, pero algo de que a las tres de la mañana te va a rasguñar la carpa y si sales de tu carpa para ver quien es, vas a quedar loco y una wea así.

—Pero tú ya estás loca, ¿acaso viste a Ben?—me dijo la Kim y se rio

—Kim no seas pesada.—le dijo el Ulises

—No estoy siendo pesada, solo es la verdad.—sonrió

—¿Terminaste o seguirás con tus comentarios culiaos?—pregunte y me paré del tronco donde estaba sentada

—Si sigue capaz que te pongas a llorar, como lo has echo todos estos días en el liceo, no se ven bonitos tus ojos hinchados, al menos podrías pintarte un poco.—dijo la Martina

—Y tú podrías dejar de ser tan arrastrada y jugártela luego por el Pedro, ¿no crees?—sonreí cínicamente—Que esperando retos para poder comértelo causa..pena.

—Ya, dejen de pelear.—dijo el Pato y me miró haciendo una mueca

—Me voy a acostar, buenas noches.—dije y caminé hacia mi carpa

—No se porque chucha son tan mala onda con ella.—escuché decir a la Isi

—No te podi quedar callada un rato por la chucha, ven que la cabra está mal y la webean igual.—dijo el Pedro

Me metí a mi carpa que no es muy grande pero para mi sola esta perfecta, agarre el cierre de la carpa y la cerré, me saqué las zapatillas con ayuda de mis manos y me tiré al colchón inflable.

Esas no son las cabras que conocí, la Kim no es la mina agradable y amable que conocí, la Martina no es la mina piolita que solo quiere hacer sentir bien a los demás, ahora son todo lo contrario.