LUNA DE PLATA ×Edward & Jacob×

Dos

  Luchó por no volver a huir, pero el sentimiento que perforaba su interior era demasiado fuerte. Por otro lado su mente no paraba de rememorar su nombre en los labios del vampiro ¿le había llamado arrepentido? ¿Su voz sonaba preocupada o eran las mil y una ideas que él se hacía?

  Se odiaba a sí mismo por querer partirle la cara y a la vez no ser capaz de desearle ningún mal. Se refugió en el garaje sabiendo que aquel era el único lugar en el que podría encontrar paz durante unas horas.

  Arrastró los restos de una vieja moto que su padre le había regalado años atrás, perteneció a Billy en su juventud. Dio unos cuantos golpes para eliminar la presión que el óxido había dejado en algunas piezas, extrajo la carcasa roja y comenzó a lijarla demasiado concentrado en la labor para no pensar.

  No sabía cuánto tiempo llevaba trabajando en ella cuando Seth llamó a la puerta de madera. Jacob sonrió al pensar que todavía no le había visto en su forma de lobo.

  —Estaba preocupado por ti.

  —¿Por qué?

  —Bella llamó a tu casa hace unas horas, dijo que habías tenido un pequeño enfrentamiento con Cullen. Nos preocupamos porque no llegabas y estabas aquí.

  —Un secreto, Seth, si algún día me pierdo búscame aquí. Pero que sea de verdad un secreto entre tú y yo.

  —Claro ¿qué ha pasado?

  —Nada, diferencia de opiniones sobre cómo cazar vampiros —Jacob miró al chico quien mantenía la vista en las manos del mayor—. ¿Cómo llevas lo de tu nueva vida?

  —Bien, emocionado. Deseando echarte una carrera.

  —Pierdes el tiempo, soy el mejor —bromeó—. ¿Y Leah?

  —Todo lo mal que lo puede llevar, ahora tiene que estar más tiempo al lado de Sam.

  —La entiendo.

  —¿Vas a ir a la boda? —preguntó con cautela—. A mí también me han invitado.

  —Ir a esa boda sería como asegurar estar de acuerdo con que Bella llegue a convertirse en un monstruo, si la muerde será el fin del tratado.

  Imaginó a toda la manada lanzarse a por Edward por haber cometido ese delito, su vista se nubló un segundo.

  —¿Estás bien? —Jacob negó—. ¿Quieres que avise a tu padre?

  —Cullen tiene vía libre.

  —Por supuesto que no, si muerden a un humano se acabó la alianza. Mataríamos a Edward por romperlo, pero si su familia no se mete se salvará. Lo peor sería que Bella también debería morir.

  Jacob negó de nuevo.

  —Si lo hace no habrá represalias y él lo sabe.

  —No te entiendo.

  Se acercó al chico para hablar en voz baja, si al final iba a saberlo toda la manada que mejor que empezar con Seth que había demostrado ser un chico leal y un buen amigo.

  —Es el precio de la imprimación, si alguien le toca me tocan a mí también. Pero si el mata a Bella yo acabaré con él.

  —Un momento ¿tú y Edward? —hizo una pausa mirando los ojos de su amigo esperando ver en ellos un atisbo de broma o locura—. El motivo del enfrentamiento no ha sido por los intrusos, él lo sabe y en base a eso va a transformar a Bella porque sabe que está protegido por ti.

  Jacob frunció el ceño, no había pensado que Edward estuviera armando un plan a su costa.

  —Tengo que parar esa boda.