Capítulo 8

4.9K 260 16
                                    







Mi corazón bombea con fuerza, ni siquiera puedo asimilar bien qué diablos está pasando. Logan me observa con furia, como si yo tuviera la culpa de algo, bueno, me escapé y quizás me odie por eso. Intento incorporarme para quedar sentada, pero gruñe en mi dirección así que decido quedarme justo donde estoy. La pierna me duele, duele mucho y no puedo hacer nada. Suspiro mirando a mi alrededor, todas las luces están apagadas, solo entra la luz de fuera la cual no es mucha.

Cierro los ojos y dejo mi cuerpo descansar, tengo que hacer algo, no puedo quedarme aquí esperando a que él vuelva en sí. Vuelvo a abrir los ojos y esta vez sí me incorporo, no sé si funcionará, pero algo descabellado paso por mi mente como un flash y sinceramente, es lo único que se me ocurre en este momento. Una vez estoy sentada le doy un puñetazo en el muslo a lo que él no reacciona, ya sabía que no le dolería, pero sí que se enfadaría. Se inclina hacia mí gruñendo, suspiro con pesar cogiéndole del cuello de su camisa e impactando con fuerza nuestros labios. Sé que no es mi mejor plan, en realidad soy pésima armando planes, es lo único que se me ocurrió. Sus ojos están demasiado abiertos al igual que los míos, pero no se aleja lo cual no puedo deducir bien lo que me produce. Su respiración se ralentiza notablemente a lo que yo decido apartarme. Vuelve a ser él. Sus ojos azules me observan con frialdad, como si hubiera hecho algo malo. 

— ¿Se puede saber qué demonios estás haciendo? — se aleja de mirándome como si hubiera hecho algo descabellado una vez más, como si acabara de matar a alguien ante su mirada.

— Yo..—mi voz es casi inaudible, no sé muy bien qué decirle y la verdad necesito salir de aquí por lo que realmente sin darme cuenta del todo mi puño impacta contra su nariz, provocando que pierda el equilibrio y caiga de culo. Aprovecho y me levanto como puedo, con la pierna así no llegaré muy lejos, pero que él ahora esté aturdido me da algo de tiempo. Cojeo fuera de la casa mirando en todas las direcciones, no hay absolutamente nadie fuera, solo luces, pero ni rastro de alguien que pueda ayudarme. Empiezo a sentir que mi pecho se oprime al no poder encontrar ninguna salida. La primera lágrima cae al sentir como alguien me coge de la nuca y tira de mí hacia atrás, ahora sí sé que estoy más que muerta. Caigo de rodillas, su mano me obliga a mirar hacia arriba. Su mirada es gélida, no tiene ningún tipo de emoción en su rostro. Las lágrimas se deslizan con suavidad llegando hasta mi barbilla. Mi respiración se detiene cuando sus labios impactan una vez más con los míos. Intento alejarme, pero su agarre se intensifica haciendo que suelte una pequeña queja del interior de mi garganta. Sus labios no se mueven, sus ojos abiertos me miran, desafiantes. Vuelvo a intentar alejarme y esta vez cede, despega sus labios con fuerza y una pequeña sonrisa de satisfacción nace en sus labios.

— Te he dejado todo este tiempo que hagas lo que te diera la gana, pero se acabó. A partir de ahora acataras mis ordenes, sin decir "pero" sin rechistar y sin quejarte—Suelta su agarre haciendo que caiga de bruces al suelo— y en caso de que se te ocurra hacerte la valiente una vez más, dejaras esa cómoda y bonita habitación para ir a un lugar mucho peor que estar conmigo.

Me incorporo llorando, sacudiendo mis manos y apoyando todo el peso en mi pierna derecha. Cuando logro levantarme sacudo una vez más mis manos y las deslizo por el pantalón corto, Tomo una respiración profunda, intentando dejar de llorar, no me gusta que sea precisamente él quien me vea así. Le da una ventaja psicológica.

— No—me quedo callada al sentir un nudo en mi garganta impidiéndome poder hablar con normalidad—No voy a intentar escapar—sale finalmente, no me he rendido y jamás lo haré, pero necesito que el piense que yo lo he hecho. No me conviene bajo ningún concepto ir a ese lugar tan horrible del que habla y la verdad, aquí no estoy tan mal si no fuera por su existencia, si él desapareciera este lugar sería ideal.

Su ceja se arquea con inquisición como si no creyera una palabra de lo que he dicho, aún así, no dice nada, se da la vuelta con la intención de entrar a la casa. Intento hacer lo mismo, pero al dar un paso hacia adelante mis piernas especialmente la herida pierde su fuerza provocando que caiga una vez más sobre la arena. Suelto un quejido intentando levantarme. Dejo escapar el aire cuando unas manos se posan en mis caderas ayudando a levantarme, levanto la vista y veo a Logan, era obvio si en este lugar no hay nadie más. Se inclina ligeramente pasando sus manos por mis piernas y levantándome al estilo noche de bodas. Por mas que quiera decirle que me suelte no lo hago. Me quedo quieta dejando que por esta vez me ayude, sé que no podré yo sola y menos subir todas esas escaleras. Me sostiene con mucha facilidad, no tiene enormes bíceps, pero está claro que se mantiene en forma.

Tu voz #1Where stories live. Discover now