✩ 「 ʚ♡ɞ Lo siento Parte I ʚ♡ɞ」✩

674 118 80
                                    

Adrien caminó en círculos por toda la sala.

—No, esto no es real. Esto es un sueño. —Musitó, aún caminando.

Mari se sentó en el sofá, completamente vestida, después de que Adrien se había asustado al verla desnuda.

La ropa no le quedaba pero Adrien no tenía más opción. Además no era su culpa que Marinette fuera más pequeña que él.

—Ahh~ deja de moverte, pretty man. Me estás mareando. —Marinette sostuvo su cabeza, moviéndola ligeramente.

Adrien se detuvo en seco.

—¿Acabas de..., acabas de..., hablar?

Marinette ladeó la cabeza.

—Ummm..., ¿sí?

—Los perros no hablan.

—Yo puedo.

—¡Los perros no se transforman en humanos!

—Yo puedo... bueno, mitad humana...

Adrien parpadeó mirando a la criatura.

—¡Tú no eres real! ¡Debo estar en coma! ¡Quizá tuve un accidente y ahora, estoy en coma y esto es un sueño! —Adrien se golpeó. —¡Ow! ¡Carajo!

Marinette bajó sus orejas.

—Esa es una mala palabra. Mari no puede escuchar eso.

—No estoy soñando. —Adrien susurró mirando a Marinette. —¡Eres real! ¿Qué..., qué eres?

—Era un ángel, con bonitas alas y aureola. Pero ahora soy..., mitad humana y mitad perro.

—¿Un..., ángel? ¿Quieres decir que..., vienes del cielo?

Marinette asintió.

—Y entonces... ¿qué estás haciendo aquí? ¡Regresa al cielo de una vez! ¡Estás asustándome! — gruñó Adrien, haciendo que Marinette se asustara.

Marinette hizo un puchero, bajando las orejas y curvando la cola.

—¿Al pretty man no le gusta Marinette? —preguntó con tristeza.

—¡N-no me refería a eso! Es que eres..., rara y... me das miedo. Y ya deja de llamarme 'pretty man'. ¡No soy nada de eso!

—Pero el pretty man es bonito.

—¡Soy un hombre!

—Mari ya lo sabe.

—¡Los hombres no pueden ser bonitos! ¡Y no me hables con tono de cachorrita!

—¿Por qué no?

—Pues porque... Porque... ¡Porque yo lo digo y ya! ¡N-no me cambies de tema! No puedes estar aquí. Regresa al cielo. —Adrien abrió las ventanas y señaló el cielo. —¡Vete!

Marinette movió la cabeza.

—No puedo regresar al cielo.

—¿Por qué no? Eras un ángel, ¿cierto? ¡Entonces deberías estar allá!

—Dios me envió aquí. Dios está castigándome.

—¿Castigándote?

Marinette asintió y miró a Adrien con tristeza, mientras que sus lágrimas amenazaban con caer.

—Porque hice travesuras...y ahora no puedo regresar hasta que Dios me perdone.

De alguna forma, Adrien empezó a sentir lástima por Marinette.

Sent from heaven (Adrinette)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant