『 24 』

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Hoseok

- “¡Hoseok! ¡Hoseok, despierta!”- Escuche la voz urgente de Hyungwon sacándome de mi placentero sueño.
Gruñí y abrí los ojos, la cara de espanto de Hyungwon me hizo incorporarme de un salto.

- “¿Qué sucede?”- Demande tratando detomarlo del brazo ya que no se quedaba quieto.

- “¡Tenemos que salir de aquí! ¡El apartamento se está quemando!”- Respondió halando de mí fuera de la cama.

- “¿Qué? Hyungwon... ¿De que estas hablan...”- Mi voz se desvaneció cuando Hyungwon me arrastro fuera de la cama y pude ver a través de la puerta.

Todo el apartamento estaba en llamas sin mencionar que la habitación estaba envuelta en espeso humo. Pude ver que la puerta principal estaba bloqueada. No teníamos salida. O muy bien, moríamos asfixiados por el humo o quemados por el fuego.

Mire a mí alrededor. Mis instintos militares a flor de piel. Tenía que encontrar una manera de sacarnos de aquí. Mi mirada se detuvo en la ventana. Esa era nuestra única salida... Las llamas estaban entrando en la habitación, el marco de la puerta empezó a quemarse. Maldita sea.

- “¡Ponte algo de ropa rápido y entra en la ducha!”- Comande a Hyungwon.

Por primera vez en su vida Hyungwon obedeció una orden sin argumentar. Lo vi ponerse un jean y una camiseta y correr al baño. Me apresure a ponerme mi ropa también y corrí con él al baño. Hyungwon encendió la ducha. Lo empuje dentro del agua fría hasta que estuvo empapado, luego entre yo. Una vez totalmente mojado lo tome de la mano y salimos del cuarto de baño.

La mitad de la habitación se estaba quemando. Ya había llegado hasta la cama. La ventana estaba justo al lado de ella. Arrastre a Hyungwon conmigo y abrí la ventana.

- “¡No hay forma de que pasemos por allí, al menos no tu! ¡Es demasiado pequeña!”- Dijo Hyungwon señalando a la ventana.

Tenía razón. Pero maldito fuera si no lograba sacarlo de allí. Patee la ventana. El vidrio se rompió pero necesitaba romper el marco. La patee repetidas veces solo logrando debilitar un poco el marco. El fuego empezaba a picarme la piel y mi patadas se volvían más desesperadas.

- “¡Usa esto!”- Urgió Hyungwon entregándome un martillo que no sé de dónde diablos lo saco pero estaba demasiado ocupado tratando de sacarnos de aquí como para preguntarle.

Tome el martillo y golpee el marco. Este comenzó a desprenderse. Mis manos se estaban quemando debido a la temperatura del metal, pero no me importaba. Unos golpes más y ya había quedado un espacio suficientemente grande para los dos.

Hale a Hyungwon de su mano y camine por la saliente exterior de la ventana. Pegue mi espalda de la pared y me hice a un lado para que Hyungwon saliera. Su expresión era completamente de pánico y cuando miro hacia abajo su cara se puso pálida. Por supuesto, estábamos en un piso 8.

- “No mires hacia abajo”- Dije apretando su mano tratando de calmarlo a pesar de que estaba igual de espantado que él.

- “No creo querer volver hacerlo”- Respondió en voz débil.

Me deslice nuevamente a un lado halando a Hyungwon conmigo. Podía escuchar a lo lejos las sirenas de los bomberos. El borde en el que estábamos crujió un poco y Hyungwon se paralizo.

- “Tenemos que movernos”- lo presioné halando de su mano. Él trago y asintió, su mirada al frente. Ese era mi chico valiente.

Nos deslizamos un poco más. Mire mis opciones. Frente a nosotros había un edificio que parecía vacío, debía de ser un edificio de oficinas. Una ventana abierta estaba lo suficientemente cerca como para saltar. La otra opción era seguir deslizándose por la saliente hasta las escaleras de emergencia pero corríamos el riesgo de que esta se quebrara y cayéramos. Me gusto más la primera. Mire a Hyungwon.

Guardaespaldas «2won»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora