Más allá de mi mirada //camren adaptación

Capítulo 21

Sentí mi respiración cortar y mis manos temblar, por lo que me separe lentamente de sus cálidos labios que tanto deseaba. Me Apoyé en mis manos, ya que sentía que en cualquier momento podría desmayarme y solté un largo suspiro. Miré a Lauren con una expresión de persona enamorada y le sonreí. Ella también lo hacía; una extraña especie de sonrisa mientras mordía su labio inferior y acariciaba una vez más mi mejilla.

-Eres perfecta- Le dije con un solo aliento. Ella ensanchó más su sonrisa y suspiro.

-Creo que me gustas, y mucho-

-¿En serio? - le pregunte sonriendo aún más estúpidamente mientras cerraba los ojos y le agradecía al cielo por estos momentos.

-Por supuesto. Creo que eres grandiosa. Quiero besar... Lauren se inclinó hacía a mi mientras hablaba, y después cayó en mi regazo. Solté un pequeño grito mientras la sostenía con firmeza entre mis brazos.

-¿Lauren? ¿Estas bien? -Ella no contestaba. -¿Hola? - Me parte de ella, frunciendo el ceño. La recoste en la banca y presione las palmas sobre su corazón. Realmente no sabía absolutamente nada sobre primeros auxilios, pero creí que tal vez, podría diferenciar si aún respiraba o si no... Estaba aferrada. Para mi alivio, ella soltó una risotada mientras la seguía sosteniendo.

-Necesito otra cerveza- Se apartó de mi y camino hacia el interior de la casa, tropezando con objetos invisibles. Parpadee un par de veces antes de darme cuenta de algo; habíamos Estado en una fiesta, y aunque no la vi tomando ninguna bebida, no justificaba el hecho de que, después de mi partida ella hubiera bebido un poco. O tal vez mucho.

No, no podía ser. Conocía de ese tipo de casos en el cual la persona en día podía actuar perfectamente normal por un corto lapso de tiempo. Pero Lauren había sido demasiado, demasiado convincente. Incluso había admitido que le gustaba. E incluso yo seguía confiando en ella, mientras chocaba con esas paredes invisibles que se colocaban en su camino. Porque ella había dicho que yo le gustaba. Y aunque realmente hubiera estado tomando cerveza, siempre dicen que los niños y los borrachos decían la verdad. Y ella era una niña y una borracha.

Sacudi mi cabeza y después me dirigí hacía ella, a manera de ayudar. Se negó rotundamente, escupiendo en el piso. Me aparte repugnada y le eche una mirada.
-Ven, acompañame a mi cuarto. ¿Podrías? -Pregunto ella con la lengua trabada. Asenti, aunque ella no pudiera notarlo y tomé con cuidado su codo derecho, guiándola escaleras arriba. Aun me parecía imposible que ella hubiera dicho y hecho esas cosas segundos atrás. Sin embargo no me sentía arrepentida. Porque yo le gustaba. Yo le gustaba. Ya en su cuarto, la ayude a recostarse en su camino. Quedó boca abajo, en silencio por unos segundos, solo para después comenzar a reír como enferma mental. Tal vez ma había equivocado un poco y ella hubiera ingerido otras cosas aparte de cerveza. La idea me repugnada y mejor opte por hablarle.

-¿Quieres que te haga un café, o algo? - Le pregunte acostandome a su lado y acariciando su cabello con dulzura. Odiaba que ella fuera tan increíblemente irresistible, incluso en esos estados.

-No. Quiero que me hagas otras cosas- Dijo ella, hundiendo su voz en la almohada y lanzando una carcajada. Yo rodé los ojos.

-Eres imposible.

-Quiero que me ayudes. A quitarme la ropa- Levantó su cabeza y me miro, literalmente, levantan una de sus cejas y mordiendo sus labios con exageración. No creí que lo dijera de broma, así que me levante de golpe de su lado y le quité con rapidez los zapatos, junto con las calcetas y los avente en un rincón de su cuarto. Ella se río más. -No me refería a los zapatos. Me refería a esto - Dijo señalando la bragueta de sus vaqueros. Me sonroje como nunca y le a vente una almohada en la cara. - ¡Oye! Eso es jugar rudo. Dame otro beso, ¿por favor? -

- Estás borracha. Hablamos mañana, ¿vale? Te quiero Lauren - Me acerque a ella y le ofrecí una mano. Ella la tomó, solo para después jalarme y acomodarme en su regazo.

-Olvidalo. Mejor hablemos ya. Te quiero muchísimo, ¿Sabias? Pero tengo que fingir diariamente que me caes mal y eso están horrible. No lo soporto. Te amo Camila, te he amado desde siempre, desde aquella vez que nos conocimos y nos jugamos amor eterno. ¿Lo recuerdas? Porque a mí ya se me está olvidando - Lanzó una carcajada al aire y me soltó de su agarre. Me incorpore y caminé confundida hacia la puerta. Bien,  esta mujer estaba completamente delirando. La mire una vez más. Había recostado su espalda contra la pared y cerrado sus ojos. Empezó a roncar. Sacudi la cabeza con desesperación y salí Silenciosamente de su cuarto, olvidando todas las esperanzas que tenia con  ella.

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