XIV

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Jessie

La mañana no empieza del todo bien.

Al dirigirme de vuelta a la habitación después del desayuno, un grito de una chica me alerta unas puertas más adelante y varios enfermeros corren a socorrer o ayudar y los pacientes a mirar que ha sucedido. Es la habitación de Miranda y su compañera Heidy.

Me acerco con cautela y en el fondo de la habitación veo un enorme charco de sangre y el cuerpo inerte de Miranda quien tiene algo metálico incrustado en la garganta. Frunzo el ceño por un momento: Miranda estaba "bien" esta mañana en el desayuno, y pongo bien entre comillas porque casi nunca comía y esta vez no fue la excepción, no comió nada y se dirigió como siempre a su habitación.

Pero a unos metros, creo hallar la respuesta.

Justo cuando sacan el cuerpo de Miranda envuelto en una bolsa negra y empiezan a restringir la zona con una cinta, veo a mi musa parada junto a Molly mirando la escena con una sonrisa en la boca, se lleva el pulgar a los labios y ¡joder! Me encantaría ser ese pulgar.

Por un momento el tema se desvía pero sé que ha sido ella. Ya lo ha hecho antes en otros hospitales ¿por qué no hacerlo aquí? Las personas con nuestro tipo de condición, disfrutamos el sufrimiento de los demás y no se me haría raro que Violet sea igual.

Molly codea a Violet y con una sonrisa me saluda con coquetería, Violet me mira con un rostro sombrío y se va dándome la espalda.

Desde el beso en el pasillo he estado fantaseando con ella, nunca me ha pasado algo así y a veces no puedo controlar el impulso que emerge en mi cuando quiero buscarla, o cuando la tengo cerca siento la necesidad de hacerle daño.

Suspiro largamente y me alejo de la escena yendo al piso de la oficina de la directora. Ella está en su escritorio con las manos en la cabeza y se lo que significa: un muerto en su hospital puede derivar a una cláusula o el cierre total.

—Jamas pensé que la señora directora estuviera en una situación tan apretada —digo entrando a la habitación.

—Esto no había pasado hace mucho tiempo, no había pasado desde que yo estaba al mando en este hospital —dice y chasqueó la lengua sentándome en el cómodo sofá.

—Siempre hay una primera vez para todo.

—¿Has sido tú? —me acusa y levantó las manos en defensa.

—Ni siquiera se lo que sucedió y no caería tan bajo como para asesinar a un enfermo, me conoces, no dejo evidencias de mi...

—Se apuñaló con un jodido tenedor —revela —¿Como tuvo el valor para hacer algo así?

—Era depresiva ¿que más se puede esperar?

—Llevaba mucho tiempo aquí y estaba mejorando, no lo entiendo y... Un tenedor —ríe con ironía —¿como no lo vi venir?

—Señora, no puede controlar todo lo que se le venga encima solo lo hizo y ya está, no vale la pena echarse a llorar por alguien a quien nadie va a recordar...

Me mira con reproche, la señora directora ya ha de saber que no me ando por los bordes. Ella y yo tenemos una relación, diría, madre a hijo, fue ella quién me acogió en este lugar, claro que sin mi consentimiento pero aprendí a llevarla bien y cuando yo hacia las cosas bien era recompensado con pequeñas cosas.

—¿Que haré? —se pregunto sacudiendo la cabeza.

—No ahogarse en un vaso de agua es la mejor opción, ya le dije que era depresiva ¿que está pensando que alguien la obligó a hacerlo?

Amar, Besar, Matar [EDITANDO]Where stories live. Discover now