Games

1.5K 316 61
                                    

—¡No! ¡No puedes hacerme esto, Satoru! —Exclamó Yuuji—. ¿Realmente quieres arruinar una relación de cinco años?

—No estoy arruinando nada, Yuuji-kun. —Habló Satoru—. Sabías lo que pasaría y aún así decidiste correr el riesgo.

Yuuji le miró con los ojos llorosos, herido por las palabras que salieron de los labios de su novio. ¿Cómo era posible que la persona con quien compartió hermosos momentos, pudiera traicionarlo de esa manera?

—Satoru, por favor, nada de esto es necesario. Resolvamos esto como adultos...

—¿Adultos? —Cuestionó el peliblanco—. Apenas cumpliste 23 años. Así que, cariño, contra mí no eres nada.

—¿Nada? ¿De verdad piensas eso? Satoru, no estás pensando con claridad. Necesitas tomar aire fresco y...

Satoru levantó un dedo, indicándole a Yuuji que guardara silencio. Sonrió levemente al ver que este le obedecía y...

—¡No! ¡Satoru, de verdad que no puedes hacerme esto!

Desde su perspectiva, aquel chico se veía indudablemente atractivo cuando le rogaba. Sentía tantas cosas que no debía al tener control total de la situación, era como un río a punto de desbordarse.
Quería verlo sufrir más, que pidiera clemencia y lo sedujera como sólo él sabía hacerlo.

Ruega más, Yuuji-kun. Pídeme que no lo haga y llora si es necesario. —Pensó para sí mismo.

Ya ni siquiera recordaba cómo habían llegado a todo aquello. En su mente sólo pasaban mil escenarios imaginarios en los que dominaba a Itadori Yuuji; estaba tan jodido y excitado.

—¿Satoru? —Le llamó cabizbajo—. Paremos aquí, ¿sí? Esto ha ido demasiado lejos.

Gojo Satoru no pensaba detenerse, no cuando lo mejor estaba a punto de suceder. Sentía la sangre bombear directo a su entrepierna, con el corazón latiendo fuerte y tragando saliva constantemente.
Estaba loco por ese chico, no veía el momento de ir hacia él y hacerle el amor de tantas formas diferentes.

Oh, pero que ganas tenía de ver a Yuuji arrodillado, haciendo un trabajito para alegrarlo. Sí, que emocionado estaba de verlo entre sus piernas mientras él lo halaba del cabello con fuerza.
O mejor aún, quería arrancarle ahí mismo la ropa y ponerlo contra la mesa para morder cada centímetro de su espalda.

—¡Ah, maldita sea! —Se escuchó a una voz femenina—. ¿Vas a tirar o no la carta, Satoru-san?

Todas sus maravillosas fantasías se rompieron en el instante que Nobara habló. Que horrible forma de cortar con su erección.

—Perdón, perdón. —Dijo Satoru con aparente vergüenza—. Elijo rojo.

Yuuji posó las manos en su cabeza, frustrado. En la mesa, encima de un montón de cartas, pudo ver claramente la carta que su novio puso: El tan odiado y a la vez amado, "más 4" del juego Uno.

Satoru Gojo lo había traicionado, tiró a la basura cinco años de relación por un estúpido complot.

—Es tu turno, Itadori. —Dijo Megumi—. ¿O acaso...?

—¿Tu única carta no es roja? —Completó Nobara con una sonrisa maliciosa.

Yuuji resopló furioso al tiempo que colocaba su carta en la mesa, dejando ver un "seis azul". Había perdido y todo por culpa de Satoru, quien al parecer disfrutaba verlo sufrir.
Por su lado, Satoru sonreía de forma inocente, pues desconocía que le esperaba una noche sin sexo por haber arruinado la casi-victoria de su novio.

Antología GoYuuOù les histoires vivent. Découvrez maintenant