VI

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     Era a finales de la quinta semana cuando ocurrió.

    —¿Un caramelo? —ofreció el más joven, caminando al lado izquierdo de su compañero, quien continuaba caminando en silencio de regreso a los túmulos, esperando pacientemente a que el otro le explicará lo que había ocurrido en el pueblo, cuando estuvieron vendiendo rábanos hace tan solo un momento.

    —¿Es qué no vas a decirme nada? —la paciencia se le termino con el actuar del otro.

    — Ya lo hice, ¿estás sordo? Acabo de ofrecerte un caramelo.

    —¡Sabes a que me refiero! —exclamo, arrebatando el dulce ofrecido de la mano ajena—. ¿Qué demonios ocurrió allá?¿Por qué de repente empezaste a gruñir y retorcerte como si te hubieran herido gravemente?

    Wei WuXian no podía apartar de su cabeza los recuerdos de lo que había ocurrido en el pueblo hace tan poco tiempo, y es que fue tan repentino.

      [Un vendedor local se había acercado a dónde ellos vendían sus rábanos para exigir que se retirarán de ahí y fueran a vender a otro lado:

    —¡Oigan, ustedes! Largo de aquí, están tapando mi puesto —gritoneo prepotente. Eso molestó a Wei WuXian y, sobretodo, a Xue Yang.
   

    —Disculpe señor pero nosotros llegamos primero, así que si le molesta, el que debería irse a otro lado es usted.

    —¡Mocoso mal educado! ¡¿Cómo te atreves ?! —rugió molestó, tomando uno de los costales llenos de rábanos que los chicos llevaban consigo para seguidamente arrojarlo con algo de dificultad a la calle, provocando que el contenido saliera del costal, rodando por la calle para terminar dispersó en la misma.

    A ese punto Xue Yang ya temblaba de furia, y no dispuesto a seguir conteniéndose, se acercó velozmente al hombre posicionándose detrás de él con un pequeño cuchillo posado sobre su garganta con fuerza, pero no la suficiente para abrir su piel y dañarlo. No aún.

    —¡¿Cómo se atreve usted?! — exclamo con sus ojos brillando en demencia, sintiéndose satisfecho de tener al hombre temblando paralizado en sus brazos, con sudor recorriendo su aterrado rostro— Odio a los tipos como tú, simple basura que se cree superior a los demás y dueños de todo. Ahora me has fastidiado bastante, ¿sabes lo qué hago con lo que me molesta? —siseo, y al momento de que una débil negación abandono los labios del hombre en sus brazos, seguido de rotas súplicas murmuradas con una voz entrecortada, lo tomó con más fuerza aferrando sus dedos con la suficiente presión como para asegurar moretones en la piel del contrario en un corto tiempo.

    Se acercó al oído del hombre y respondió al tiempo que una sonrisa enloquecida adornaba sus facciones —Los mato.

    El sonido de su voz fue aterrador; el hombre comenzó a temblar más de lo que ya lo había estado haciendo, provocando con sus movimientos bruscos que por accidente el cuchillo contra su cuello se clavará un poco en éste, dejando un pequeño corte por el cual brotaba una escasa cantidad de sangre, provocando el llanto en el hombre al aumentar su pánico.

    Wei WuXian se sorprendió por lo que estaba ocurriendo rápidamente ante sus ojos. Reaccionó ante el llanto del señor, decidiendo intervenir antes de llamar la atención de los demás habitantes del lugar.

LA OPORTUNIDAD DE XUE YANG [Xue Yang x Wei WuXian]Where stories live. Discover now