Parte 2

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El sol de la tarde les abrasaba la piel. El sudor hacía que la camisa de lino se pegara a su espalda y su pecho dejando entre ver el atlético cuerpo del espadachín. Las espadas producían reflejos por el sol mientras chocaban una y otra vez intentando encontrar una brecha en la defensa del rival. A un lado del combate, en unas pequeñas sillas de madera se encontraban las jóvenes damas de la corte, quienes observaban a los dos muchachos mientras se abanicaban y secaban con pañuelos de finas telas y bordados el sudor. 

-¿Quién creís que vencerá?- rió Sebastiana, una de las hijas de un conde muy adinerado. Se abanicaba sin dejar de mirar al chico de pelo castaño que manejaba la espada con soltura, como si fuera una extensión de su brazo. 

-Creo que ganará el príncipe Leonardo.- dijo Mineretta secándose el sudor con su pañuelo blanco. Mineretta pertenecía a una de las familias nobles más importantes del reino.

-Yo creo que Marco.- dijo Lisa sin poder quitar sus ojos azules del atlético muchacho. 

-¿Y vos, Sebastina? ¿Quién creeís que vencerá?- preguntó Mineretta.

-Marco, por supuesto.- respondió ella. -Lisa, ¿os encontraís bien?

-Me encuentro un poco mareada, eso es todo.- dijo Lisa poniéndose pálida. -Debe de ser por el calor.- sonrió antes de desmayarse y caer al suelo. El duelo de espadachines terminó casi al instante y los dos muchachos se acercaron corriendo a la joven que yacía en el suelo de grava más pálida que su vestido blanco. 

Sebastiana le comenzó a dar aire con el abanico mientras que Mineretta gritaba a un criado que fuese a buscar a un médico. 

-Está completamente pálida.- comentó Leonardo cuando Marco le apartó de la cara unos suaves y lisos mechones de pelo rubio a la muchacha. 

-Hace demasiado calor. No deeríais de haber venido.- comentó Marco a Sebastiana. 

-No podíamos perdernos un duelo así.- sonrió la joven sin perder la oportunidad de coquetear con el segundo hijo de la familia Ricolletto. 

-Con lo blanca que es su piel se va a quemar enseguida con este sol abrasador.- dijo Marco haciendo caso omiso a las palabras de Sebastiana que, molesta, dejó de dar aire a la desmayada y se cruzó de brazos. 

-Ha sido una mala idea venir con un solo criado.- dijo Leonardo. Marco se remangó las mangas de su camisa y cargó en sus brazos a la inconsciente muchacha. 

-Pongámosla bajo ese árbol.- dijo mientras la llevaba.

-Es usted muy fuerte, Marco.-dijo Mineretta. 

-¿Eso cree?- rió el príncipe. -Si quiere podemos medir nuestras fuerzas otro día cuando Lisa se encuentre mejor, así como hemos hecho hoy con nuestra destreza con la espada.- 

-Sería fascinante, me encantaría asistir a esa competencia.- dijo Mineretta acercándose al príncipe. 

Pronto llegaron debajo de un árbol de frondosas ramas que daba una buena sombra y dejaron sobre el cuidado césped a la joven muchacha que despertó segundos después.

......

-Marco, amigo mio.- dijo Luca desde el otro lado de la sala. El chico de pelo azabache y lacio abría los brazos a su encuentro. 

-Luca.- dijo sorprendido y se abrazaron con fuerza.

Marco acababa de llegar a casa después del incidente en palacio, no le apetecía continuar en aquel lugar lleno de un futuro rey poco espabilado y un grupo de cotorras hipócritas que se hacían llamar "damas". A su regreso, Luca, su amigo de la infancia, se encontraba esperándolo en la sala principal del pequeña casa que tenía la familia Ricolletto en la ciudad de Vergetta, donde no solían pasar mucho tiempo.

-¿Cuándo habeís llegado?- preguntó Marco después de separarse de su amigo.

-Hace unas horas, pero tan solo llevo unos minutos aquí.- le contestó Luca.

-¿Qué tal en el norte de Hider?-

-¿El norte de Hider? El norte de Hider es una mierda.- zanjó Luca riéndose. -Parece que los soldados son más tontos que los de aquí y la menos mal que llegué yo para poner en orden a los criados, te descuidas un momento y te destrozan la casa.-

-Algo bueno habrás encontrado.- dijo Marco. Luca soltó una carcajada. 

-Solo la comida y no por lo buena que estaba, si no que por la cantidad.- rió. -Mañana llega Pietro y estaba pensando ir a dar una vuelta, ya sabes, como antes.- comentó Luca.

-Eso está hecho.- sonrió Marco.

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¡Hola a todos!

Este capítulo se me antoja super cortito pero yo creo que esta bien para conocer un poco como es Marco y sus amigos, aunque poco a poco los ireís conociendo cada vez más. 

Ya sabes: dale a la estrellita y escribe comentarios. 

!Hasta la Parte 3!

Cora Bas.

Dos caminosWhere stories live. Discover now