VIDA

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El algodón se acerca teñido de tinieblas del lugar más oscuro de la tierra, rápido, pesado, sin solicitar el permiso de las montañas.

El viento que trae consigo es frío, irrumpe la tranquilidad de cada hoja que reposa en cada rama, algunas caen sin poder evitarlo; otras resisten, mientras el tronco del árbol al que pertenecen se enclava en la tierra con mucha fuerza.

Las aves huyen despavoridas y el aguacero inicia su persecución a la tierra, cayendo en bandada, atenazando con un diluvio.

Las centellas iluminan el manto oscuro que se ha instaurado y los truenos crean una sinfonía estruendosa.

Todas las gotas se unen en los canalones, formando riachuelos, erosionando la tierra, pero una pequeña porción se rezaga en las superficies de las hojas disculpándose por el golpeteo sin cesar durante horas, pero refrescándolas, brindándoles de su suave deslizar.

Gotita, decide observar su alrededor y posada sobre una hoja de intrincado diseño, se maravilla de lo que ve, pues nunca ninguna gota ha sido capaz de describir a sus amigas lo que ha visto, así que decidió verlo por sí misma, ya que una misma gota no cae dos veces.

Su superficie refleja como un espejo y reconoce cada ave que surca el azul cielo. Por supuesto se encuentra rodeada de otras gotitas pero ellas desean volver a formar una gigantesca nube, uniéndose con las otras, pero ella no.  

-No quiero volver- les dice con determinación, así que sin darle respuesta sus compañeras gotitas, aprovechando una sutil pero fría brisa se deslizan con rapidez de la hoja y se aventuran en caída hacia la tierra, desapareciendo.

Una vez en soledad sus ojos pequeñitos buscan saber dónde está posada. De pronto, escucha una voz gutural, desprevenida se asusta y tiembla, pues nuestro amigo Mango la ha escuchado con interés;

- puedes quedarte- le dice, gotita aunque sorprendida de que el árbol pueda hablar le agradece con timidez, Mango le pregunta- ¿cuál es tu nombre?-  y con obviedad ella le responde.

Mango le hace una propuesta.

-Únete a mí y juntos podremos ver tu existencia florecer durante años- le propone agitando sus ramas con lentitud.

-¿Estarás conmigo? - Pregunta con miedo, Mango ríe con ternura diciéndole que le hará compañía siempre y cuando ella y sus amigas desciendan de las nubes, ya que sin ellas perdería fuerza y moriría.

Convencida y con paciencia, decide esperar y averiguar qué ocurre para que todas las mañanas una intensa luz sea capaz de cegarla.

Emocionada logra ver el alba con ojos de inocencia, las aves, insectos, humanos, jamás los había visto desde esta perspectiva. Mango con dulzura le habla de su familia, que pululan por el patio muy temprano en la mañana, diciendole, que aunque las niñas hayan crecido hace muchos años, para él siempre serán sus niñas.

Mango ríe por las ocurrencias de Laura, y gotita aunque divertida y maravillada, nota su interior calentarse, pero no lo permitirá, así que lentamente desciende a través del tallo de la hoja hasta la dura corteza de la rama.

- vamos Vida, te invito a formar parte de mi familia- y sin dudar, Vida se abraza a la rama con todas sus fuerzas y desaparece para emerger en unos días como frutos amarillos que su nueva familia disfrutará.

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Escrito con amor.....

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