Epílogo: Graduarse no significa madurar

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"Tengo un ticket sin regreso".

Choroko y Choromatsu cenaban en tranquilidad, sus padres habían ido a comprar un postre para celebrar la finalización de un ciclo para el último; quien no se veía nada bien, intentando servirse el cereal en la mesa. Choroko no le quitaba la mirada de encima.

—¿Te pasa algo?

—... No. —La mujer enarcó una ceja.

—Bien, supongamos que te creo. ¿Por qué te sirves cereal con agua?

—¿Qué?

Ante su distracción, estaba vertiendo toda la jarra del líquido vital en un plato lleno de chocokrispies.

—Quizás es esto de... Osomatsu y la graduación.

—¿Graduación?

—Sí, no falta nada para que dejemos de vernos. Iremos a carreras diferentes. Tengo miedo. —Se palmeó las mejillas fuertemente sorprendiendo a Choroko. —Pero basta de mí, ¿tú cómo estás? Ayer fue el... ya sabes.

—Ah. Traumada, quizás. Pero era lo mejor. No quiero pensar en eso. —Choromatsu asintió. —Yo creo que no es malo que crezcan, si te da miedo dejar de ver a Osomatsu podrías hacer un horario de visita.

—¿En qué calidad? No somos nada.

Su hermana se paró sorprendida.

—¿No son nada? —Antes de que su consanguíneo replicara, el timbre sonó con insistencia. —Voy yo.

Choroko se paró para abrir, atendiendo el llamada del loco que estuviera en su puerta a esa hora. Esperaba fueran sus padres. Grata su sorpresa al encontrarse con Sakurai, cargando un ramo de flores.

—Hablando del rey de Francia. ¡Choromatsu, te buscan!

—¿Quién? —Al asomarse observó al chico en su entrada. —¡A-Ah! Voy en seguida.

—Yo me encargo de las flores. —Sin mucha prisa, tomó el ramo para salir de la escena. Qué incómodo.

Choromatsu salió de la casa para acompañar al visitante, que lucía más serio que nunca.

—¿Caminamos? —Un asentimiento del más bajo y emprendieron su camino.

La oscuridad de la noche que se avecinaba no permitía notar más que lo posible por los faros de luz, de forma tenue, entre las pocas personas que se paseaban de un lado a otro. Estaba callado, tanto como era permitido por los cláxones de algunos automóviles.

—Somos casi universitarios, ¿a dónde irás a estudiar? —Habló Osomatsu.

—Voy a ser abogado, me voy a la universidad que queda cerca. —Respondió Choromatsu. —Además aún nos falta la fiesta de despedida.

Llegaron a unas bancas dentro de un parque. Osomatsu pensó en ir hacia ellas, pero no, eso sería muy normal. Y las estrellas se veían mejor desde otro ángulo.

—Dije casi. —Se recostó en el piso. —Me ofrecieron un contrato.

Kamiya alzó una ceja acostándose junto a él.

—¿Contrato?

—Irme una temporada con otro equipo. —Choromatsu abrió los ojos.

—¿Te irás?, ¿cuándo?, ¿cuánto tiempo?

—Después del baile,... por 5 años. —Tomó una gran cantidad de aire. —Por cierto, Choro.

—¿Hay otra mala noti?-

Asco de VidaWhere stories live. Discover now