Trompetas

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Durante su infancia, Mozart tenía una fobia irracional al sonido de las trompetas, específicamente cuando se tocaba sin otros instrumentos. Simplemente mostrarle una trompeta fue suficiente para desencadenar un ataque de pánico.

A su padre Leopold se le ocurrió un plan para erradicar este miedo de una vez por todas: le pidió a un amigo de la familia (Andreas Schachtner) que tomara a Mozart por sorpresa y le tocara la trompeta tan fuerte como pudiera, pero tan pronto como lo hiciera, Mozart palideció y se derrumbó en el suelo; Schachtner se detuvo de inmediato cuando se dio cuenta de que el niño estaba a punto de tener un ataque.

Este evento solo empeoró su fobia, que superó por completo unos años después, alrededor de sus 9 años.

Aprendiendo historia con Maria 2Where stories live. Discover now