¿Eres Billie Eilish?

¿La volveré a encontrar?

A la mañana siguiente, no podía con el dolor de cabeza, era insoportable y para colmo, no me quedaban aspirinas para tomarme. Por suerte al acabar de ducharme, Ellie llegó, con una caja repleta de chocolate. No son pastillas para el dolor de cabeza, pero servirán, le dije mientras le robaba la caja de las manos y me sentaba corriendo en el sofá. -¿Te acuerdas de todo lo que pasó ayer ____?-. Recuerdo todo borroso, menos a ella. Esa chica tan hermosa... Si me olvidase de ella no me lo perdonaría nunca.- Oye eres consciente de que no le pediste el número nunca, ni le preguntaste si iba a salir de nuevo hoy, ¿verdad?- Dijo Ellie mirándome sería. ¡MIERDA! Tienes razón, pero ¿sabes quiénes van a salir hoy de nuevo al mismo sitio?, le dije con una mirada burlona. - ___ no es por ser agua fiestas, pero mañana yo estudio-. Y yo trabajo, así que no es excusa. Hagamos un trato, salimos hoy, pero volvemos temprano, ¿te parece bien?. Ella me miró con cara de "yo esto ya lo he vivido y sé por dónde van los tiros". Pero aún así acepto. Le di un abrazo enorme, y corrí a buscar que iba a ponerme. Está vez no cogí ningún vestido llamativo, me apetecía ir más informal, pero sin quitar el toque sexy. Me puse unos vaqueros, un body de color rojo, y me puse un poco de rímel para resaltar mis ojos. -Guau, impresionante-, dijo Ellie cuando salí de la habitación. - Pero si resulta que sabes vestirte tu solita-, dijo riéndose. Ja, ja, ja, me parto contigo. Me senté en el sofá con ella mientras veíamos la tele y se hacía la hora de salir. -Que mona, pero si se ha quedado dormida-. Noté un destello de luz en mi cara, y mientras abría los ojos lentamente, vi a Ellie tomando fotos. ¡Oye, tú! Ven aquí, y borra eso. - Estás van para tú cumpleaños, además, sales bien guapa, durmiendo como un bebé y... ¿Y ESO ES UNA BABA?- Gritó mientras se reía a carcajadas. Ellie Miller, ven aquí ahora mismo, está bien que no las borres pero al menos déjame verlas para reírme yo también. Ella vino con los ojos llorosos de la risa, y al enseñarme las fotos entendí porque se reía tanto. Vale voy a por mí bolso y salimos. Le dije mientras ella se ponía en pié. Para su sorpresa, me vio aparecer con unas llaves de coche en la mano. - Pero bueno, ¿nos lleva alguien hasta allí, y yo me entero ahora?-, dijo sorprendida. No boba, son las de mi coche, hoy no tengo pensado beber, así que puedo llevarle. -¿Pero tú desde cuando tienes el carnet?-. Te has ido dos meses de vacaciones, y te recuerdo que yo me lo estaba estudiando y todo antes de irte. Se quedó pensando pero al final se acordó de que fue ella la que me acompaño a la autoescuela a preguntar precios. -Tienes razón, ya me acuerdo, pero por favor no nos mates- Dijo en un tono de preocupación. Tranquila confía en mí. Salimos de mi casa y nos dirigimos al garaje, que se encontraba cruzando la calle. Nos subimos, y emprendí la marcha hasta la discoteca. Tuve suerte, ya que encontré aparcamiento justo a la entrada. -¿Preparada para cuando la veas?-, me preguntó Ellie. La miré, le sonreí y muy segura le contesté, ¡Sí! Hoy no se me escapa la oportunidad de hablar con ella.