17. En todos los mundos el llanto es igual.

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Louis se despertó de un solo brinco por el sonido aturdidor de un grito debajo de él. El capitán parecía removerse en su cama bajo la sombra de una pesadilla de nuevo.

No era la primera vez que pasaba y Louis estaba seguro de que no sería la última, sea lo que fuese que atormentara al alfa en las noches húmedas como aquellas, no parecía dejarlo en paz. Louis se bajo de la litera y se dedicó a mirarlo por un momento. Quizá se debía a que estaba incomodo en un catre tan pequeño para un hombre tan grande. Los pies le quedaban por fuera, las manos se iban a los lados. Dormía con un pantalón y sin camisa.

Se removía un poco y estaba sudando. Quizá, si Louis tenía un poco de suerte se enfermaría y se muriera. Suspiró y se quedo parado un segundo, si la pesadilla no acababa en un par de minutos, lo despertaría para enfrentarse a su mal humor.

Archer se quitaba el parche del ojo para dormir, y aunque Louis nunca había podido verlo con ambos ojos abiertos, en ocasiones la curiosidad lo golpeaba momentáneamente. Habría querido tocarle la cicatriz de la cara y preguntarle que le había pasado, el alfa, de seguro, se reiría de él y lo mandaría a dormir a la cubierta. Hasta ahora nunca había cumplido aquella amenaza y Louis no tenía intenciones de que lo hiciera. Quizá adentro fuera húmedo y desagradable, pero afuera el frio lo consumiría.

Archer siguió jadeando en su sueño, en ocasiones murmuraba pedazos de frases que Louis no alcanzaba a comprender. De repente lo recorrió un espasmo y el camarote tembló, bien, quizá era momento de despertarlo.

Louis se agachó frente a él e intento tocarle el pecho con un dedo. Su mano se encontró con el tacto duro de sus pectorales y de los leves vellos negros que le crecían en el pecho.

Nada, no reaccionaba.

¿Y si le lanzaba agua? No, eso sería un poco salvaje.

Se decidió por acercarse un poco más y ponerle ambas manos en el pecho para sacudirlo. Al principio le pareció inútil, aquel alfa tenía un sueño profundo y seguramente, espantoso, y quizá lo más inteligente de parte de Louis habría sido dejarlo sufrir en sus sueños, total ¿Qué le importaba? Él tenía sus propias pesadillas, pero por alguna razón no fue capaz de dejarlo sufrir.

Que desagradable era ser omega. Que horrible era no tener una corona. Que indefenso se sentía.

A la tercera sacudida, el alfa reaccionó, fue un movimiento rápido y preciso, primero abrió los ojos ambos ojos, y en un solo segundo lo tomó de la cadera y lo montó a su catre, encima de él.

Luego le tomó el cuello y empezó a ahorcarlo.

Louis palideció y empezó a removerse, trató de golpearlo, pero fallo en el intento. El alfa lo miraba como enceguecido, apretó su mano enorme contra su cuello hasta que Louis empezó a perder el aire que le llegaba al cerebro.

"Detente..." alcanzó a murmurar.

El alfa enarcó las cejas, pero la voz de Louis pareció calmarlo levemente. Le soltó el cuello y entrecerró los ojos, se quedó mirando un momento hacia el vacío de sus manos mientras Louis se agarraba el cuello y tosía con violencia.

"¿Louis?" murmuró.

El omega continúo tosiendo.

"Por supuesto que soy yo, imbécil"

"¿Cómo te atreves a...?" había comenzado a decir el alfa, pero al enfocarlo un poco, se acercó a él. Louis seguía acurrucado en el otro lado de la cama, tosiendo.

"¿Qué creías que estabas haciendo?"

Louis lo miró. A pesar de que estaba oscuro, su rostro fue perfectamente reconocible, al igual que sus ojos.

NARCISSIST ⌠Omegaverse⌡Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon